Jennifer Alexandra Torres Rodríguez,  17 años, dejó el temor que le producía tener el ojo derecho cerrado y sin visión como consecuencia de una enfermedad conocida como anoftalmia unilateral.

La enfermedad la obligó a dejarse crecer más el cabello en esa parte del rostro, para taparse el ojo con un mechón. 

Jennifer nació en Chinácota y es huerfana de padre y madre. El papá murió víctima de la guerra y la mamá la abandonó.

Ella y sus hermanos quedaron bajo el cuidado de la abuela, Celina Caicedo Morantes, 71 años.

La misión

En desarrollo del programa de la Policía Abre tus ojos, que se cumple en las instituciones educativas, la patrullera Jenny Silva conoció el caso de Jennifer. La uniformada se ganó la confianza de la menor y le contó la historia de su vida. 

Así, el Grupo de Protección a la Infancia y Adolescencia de la Policía emprendió una campaña para cumplirle el sueño de volver a recobrar la visión del ojo derecho.

Al ser consultada sobre el por qué nunca habían gestionado la operación de la nieta,  la abuela indicó que siempre le dio temor someterla a esos procesos, y además no tenía el dinero para hacerlo.

El gestor 

Al conocer la situación de la menor, el comandante de la Policía en Norte de Santander, coronel George Quintero, inmediatamente gestionó trasladarla a Cúcuta, en donde consiguió que fuera intervenida en la Clínica San Diego.

En ese centro asistencial fue atenida por la cirujana pediátrica Martha Rodríguez, quien le puso un implante de iris artificial y logró que la niña tuviera visión en los dos ojos.

Hoy, recuperándose de la operación, Jennifer Alexandra Torres Rodríguez volvió a ser una niña normal y con la autoestima alta. Volvió a vivir...

“Quiero agradecerle al coronel Quintero y a la patrullera la gestión que hicieron para que volviera a ver por el ojo derecho”, afirmó.