De la misma manera como llegaron hace 125 años, montadas en caballo, así se pasearon por Pamplona las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Conmemorando ese momento, ocho monjas de la comunidad religiosa católica volvieron escenificar el instante vivido el 28 de diciembre de 1893.

El grupo hizo el inusual desfile en compañía de un sacerdote, convirtiéndose en la cuna de la congregación y del primer noviciado de Colombia y Latinoamérica. Así se establecieron en el Valle del Espíritu Santo, nombre dado por los españoles al territorio donde se estableció el poblado, en 1549.

Rememorando la escena de hace más de un siglo, las religiosas fueron recibidas por las autoridades de policía, los militares, la comunidad pamplonesa, los repiques de campanas y la música, que en esta oportunidad estuvo a cargo de la banda del Batallón García Rovira.

Después ofrecieron una misa de acción de gracias en la iglesia del asilo San José. En las actividades participó la madre provincial de Colombia, Ecuador y Venezuela, Eusebia Medina, al igual que delegaciones de otras zonas del país.

La congregación conformó el primer hogar geriátrico que se instaló en Colombia y Latinoamérica. La actual directora del asilo San José, Emma Teresa Cordero, recordó que en los 125 años de presencia en Pamplona, han pasado por el asilo 301 religiosas que han atendido a 3.882 ancianos.

En la actualidad, esa misma misión la desempeña en compañía de las hermanas María Miranda Ortiz, Rosa Tuta Páez, Aura María Rangel, Verónica Sánchez y Estella Durán Mayancela.