A los pamploneses que pasaban por la carrera séptima con calle sexta del barrio Santo Domingo les llamó la atención cómo dos ciudadanos con palustre, palas, cemento, arena y grava en mano tapaban los baches que se han formado a lo largo de la cuadra.

Los dos jóvenes son inmigrantes venezolanos, quienes por su condición de ilegalidad en el territorio nacional no logran acceder a un trabajo remunerado.

Por esta razón, optaron por recolectar dinero tapando huecos. Lo reunido es para enviarles a sus familiares que aún están en el vecino país.

Los conductores de taxis, busetas y carros particulares retribuyeron con monedas la acción, aunque muchos la consideran  injusta, pues la labor le compete al municipio.

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David González viene de Carabobo y aseguró que al ver la cantidad de huecos en las calles se le ocurrió con uno de sus compañeros conseguir herramientas y materiales para tapar los más grandes.

“Estamos en una situación difícil pero preferimos hacer este trabajo por algunas monedas, que hacer daño a las personas”, afirmó David.

Los jóvenes llevan tres días en esta labor, “consideramos que no le estamos causando daño a nadie, al contrario es un beneficio para los conductores y peatones, para evitar que ocurran accidentes por culpa del mal estado de las calles”. 

Los venezolanos esperan continuar con la ‘tapatón’ en otros partes del centro, siempre y cuando alguna autoridad no se los impida.

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La escena recuerda cuando el año pasado un grupo de taxistas optó por tapar los huecos de la vía aledaña al parque de Los Enamorados que comunica con el barrio San Pedro y el  centro de convenciones Nazaret.

En esa oportunidad el gremio de conductores alegó que a los vehículos se les estaba dañando la suspensión por el pésimo estado de las calles.

El abogado Santiago Burbano es uno de los pamploneses que ha mostrado públicamente su preocupación por el estado de abandono y deterioro de las calles del municipio.

“Cada día ciclistas, motociclistas, transeúntes, usuarios de vehículos públicos y particulares arriesgan la vida transitando por esas calles abandonadas. Deben hacer obras y mostrarlas a la gente como en realidad son”, señaló.

Burbano le solicitó a la alcaldía invertir el dinero recaudado en los impuestos para el arreglo de la malla vial, el abogado también se quejó del deterioro de los andenes, especialmente por la Calle Real. 

Mientras las autoridasdes de Pamplona actúan, los dos venezolanos seguirán tapando los huecos a su manera, en busca del dinero que necesitan para el sustento de sus familias.