El frío pamplonés fue opacado con el clásico canelazo, esa perfecta combinación de agua de panela con  un toque de licor, típica de la alta montaña y para este caso, consumida por 260 personas que participaron en una tertulia en el Museo de Arte Moderno.

Durante cuatro horas los asistentes disfrutaron de la presentación de diez agrupaciones que interpretaron música colombiana, jazz, blues, clásica y ritmos tropicales.

El ambiente nocturno de la antigua Casa de las Marías se llenó de sonidos que salían de las flautas, violines, clarinetes, guitarras, tiples, arpas, bandolas, saxofones, pianos, trombones, guacharacas, tambores, baterías, bajos, contrabajos y órganos.  

La actividad hizo parte del Tercer Canelazo organizado por el programa de música de la Universidad de Pamplona, en donde los estudiantes, docentes y egresados se reúnen con sus agrupaciones para mostrar los avances.

Le puede interesar Con canelazo musical se beben el arte en Pamplona

La coordinadora de la actividad, Lucía Margarita Espinel, dijo que en la fría noche pamplonesa se presentaron estudiantes y profesores que hacen parte de la asignatura de historia colombiana, con temas inéditos compuestos por ellos.

En escena estuvieron más de 85 músicos. La mayoría hacen parte del Grupo Sinfónico compuesto por 40 personas.

“Es el escenario propicio para presentarle al público un espectáculo musical diferente en donde los temas son auténticos, sin tener que repetir uno solo”, manifestó.

Espinel aseguró que uno de los propósitos que tiene la velada es que los estudiantes empiecen a perderle el miedo al público y demuestren los adelantos obtenidos en las aulas de clases.  

La maestra de música, Margarita Camacho, sostuvo que el canelazo se ha constituido en un momento pedagógico en donde los estudiantes muestran sus creaciones y los procesos que desarrollan a lo largo del semestre.

El profesor, Pedro Contreras Sanabria, experto en trompetas, bajo, guitarra, corno francés y tuba, indicó que esta actividad se ha institucionalizado y es una oportunidad que la gente tiene para disfrutar de música de diferentes partes del país, al calor de un rico canelazo.
  
El gancho 

El director del Museo, Ricardo Becerra Jiménez, dijo que el público al ingresar recibe una galleta y un canelazo.

“Esta bebida ayuda a calmar el frío. Es la mejor manera de apreciar a las agrupaciones musicales”, dijo.

También aseguró que es un momento cultural y artístico que se ha ido consolidando y alrededor de la iniciativa también se integran las familias.