El fin de semana llegaron más campesinos de lo habitual a participar en el quinto mercado campesino del año que se cumplió en Pamplona. La buena noticia, los cultivadores tienen abundancia de productos para comercializar.

Las condiciones climáticas adversas de los primeros meses del año bajó la producción en las 35 veredas del municipio, debido a la falta de agua para regar los cultivos.

Ahora la situación es diferente y los 55 puestos se llenaron al ciento por ciento de diferentes variedades de hortalizas, frutas, lácteos, dulces, huevos, pollos, truchas y productos medicinales.

Todos los agricultores estaban satisfechos porque se sienten respaldados por la comunidad urbana que aprovechan para comprar alimentos frescos, de buena calidad y a bajos precios.

Lo positivo de los mercados campesinos es que se eliminan los intermediarios, que en  la cadena de comercialización siempre se quedan con las mayores ganancias.

Procedente de la vereda Zarzal llegó José Edgar Moncada, con un cargamento de mora, mazorcas, uchuva, papas y verduras. Logró venderlas antes del medio día.

Como invitado especial y en representación de la Unidad Productiva Chinacvital de Chinácota, estuvo Fabio Patiño, que llegó con productos que preparan con plantas medicinales.

Expresó que la empresa cuenta con el apoyo del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) y que ha participado en los mercados campesinos de Pamplona, de Cúcuta y de Chinácota.

Considera que es la mejor vitrina para que los campesinos tengan la oportunidad de hacer clientes.

El secretario de desarrollo del municipio, Nelson Villamizar Gómez, indicó que con estas actividades se pretende apoyar a los agricultores para que vengan a la ciudad a vender directamente los productos.

La Opinión