Los usuarios de la carretera Pamplona-Cúcuta están cansados de la cantidad de huecos que hay en un trayecto de 45 kilómetros. El calvario empieza abajo de la Vuelta los Adioses y los vehículos tienen que sortear baches de todos los tamaños.

La situación se complica cuando llueve, porque los baches no se ven y se generan accidentes y daños en los automotores. Este corredor soporta el tráfico en ambos sentidos de Ocaña, Bucaramanga, Saravena, pueblos de la Provincia y de quienes se dirigen al interior del país tomando la carretera Central del Norte vía Chitagá.

Los transportadores consultados coinciden en que si bien se adjudicó la construcción de la autopista, se debe ejecutar un plan de bacheo para evitar accidentes.

El abogado pamplonés Santiago Burbano Rodríguez, quien utiliza la vía hasta cinco veces por semana, afirmó no es justo que existiendo un peaje en Los Acacios, no se invierta en mejorar la carpeta asfáltica.

“Como evidencia tengo un archivo de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) del recaudo de 2009 a marzo de 2017, en donde alcanza la suma de 94.147 millones de pesos, que no se ven reflejados en el estado actual de la vía”, sostuvo.

Burbano manifestó que a toda vista la carretera está en total abandono y desde siempre ha existido una deuda del Estado con los nortesantandereanos. “Quienes la transitamos semana a semana vemos en peligro nuestras vidas y las de los motocicletas”.

En este sentido, indicó que en un trayecto ha llegado a contar más de 80 huecos que a medida que pasa el tiempo se amplían y profundizan más.

Burbano, el 10 de mayo de este año, dijo que recibió de la ANI la respuesta a un derecho de petición en donde le indica el gerente del grupo interno de trabajo carretero 2, Luis Eduardo Gutiérrez Díaz, lo siguiente: “por lo anteriormente expuesto, la Concesionaria San Simón no tiene contemplado la obligación de hacer mantenimientos periódicos ni rehabilitación a este tramo vial”.

Así, la pregunta del abogado fue acerca de a qué empresa le corresponde hacer estas labores. 

Sobre los tramos en abandono indicó que están localizados en los sectores La Miguelera, El Diamante y Bochalema. 

En las temporadas de lluvias de 2011 y 2012, el corredor vial se afectó en varios tramos, inclusive se presentaron pérdidas totales y parciales de la banca.

El proceso de recuperación se dio poco a poco, lo que permitió recuperar los sectores afectados, labores que duraron más de cinco años.

Pero las inversiones del Gobierno Nacional solo fueron para los puntos críticos, mientras que la capa de rodadura no ha recibido mantenimiento alguno.