En 2017, la Universidad de Pamplona, la más grande de la región, tendrá nuevo rector. La comisión verificadora de requisitos dio a conocer la lista definitiva de elegibles, en la que figuran 18 aspirantes. Desde hoy, les damos a conocer una reseña de cada uno de los postulados a llevar las riendas de la institución de educación superior, para que todos nuestros lectores conozcan la formación académica y principales propuestas que liderarían en caso de ser elegidos.

Óscar Augusto Fiallo Soto

Actualmente se desempeña como vicerrector académico de la Universidad y conoce a fondo la institución de educación superior, a la que ha estado vinculado desde hace 25 años. Es doctor en planeación estratégica de la Universidad de Atlanta, cuenta con una maestría en gestión de la calidad de la educación superior y es ingeniero industrial y de alimentos.

Su propuesta está soportada en siete líneas de acción. Él, considera que para el logro de la educación de calidad se requiere el fortalecimiento de la academia, la investigación y la interacción social. Ello, soportado en el talento humano y en el ajuste de la estructura acorde a las necesidades.

Fiallo Soto propone una modernización de los procesos administrativos, financieros, de la infraestructura y de los recursos físicos. Además del fortalecimiento de la gestión con calidad en servicios y tecnologías que soporten la planeación y garanticen la transparencia. Su lema es: “Educación de calidad, con sentido humano y social”.

Clara Liliana Parra Zabala

Es comunicadora social y periodista con posgrado en docencia universitaria, maestría en educación y cursa un doctorado en gerencia pública y política social.

Cuenta con 20 años de experiencia en áreas directivas, como docente, en la coordinación de proyectos, como consultora y asesora.

Su propuesta: “Construyendo región desde la academia”, plantea la modernización institucional en las áreas administrativa y tecnológica.

Así mismo, incluye el fortalecimiento financiero y la actualización de la normatividad para que esté acorde con la actualidad de la institución y de esta forma se pueda asumir el reto de la acreditación institucional con procesos de calidad en lo académico, en extensión e investigación.

La propuesta de Parra Zabala hace énfasis en la reorganización administrativa y financiera a partir de la implementación de una política de austeridad de gasto y la gestión de recursos.

Nelson Josué Fernández Parada

Es doctor en ciencias aplicadas de la Universidad de los Andes de Mérida (Venezuela), magister en biología molecular y biotecnología de la Universidad de Pamplona y biólogo marino de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.

Ha recibido reconocimientos como el Premio al Mérito Científico Nortesantandereano en 2008 (única edición) y el Premio Internacional en la Asociación de Sistemas Complejos en Tempe, Arizona, USA, en 2016.

Los objetivos del plan de desarrollo que propone para la Universidad de Pamplona son: desarrollar los principales ejes de la gestión universitaria, convirtiendo a la Unipamplona en una de las diez mejores instituciones de educación superior del país.

Para ello buscará que sea reconocida por su calidad académica, efectividad en su gestión administrativa y financiera. Además de la producción investigativa y alto impacto de sus programas de extensión en la comunidad del departamento.

Alejandro Canal Lindarte

Es arquitecto de la Universidad de América, magister en paz, desarrollo y resolución de conflictos de la Universidad de Pamplona y especialista en gestión de proyectos informáticos.

Él, buscará llevar a la Universidad al escenario de la excelencia global como centro de educación superior. Para ello es imprescindible cubrir las necesidades y los requerimientos del motor de esta empresa que es el capital humano.  

Canal plantea que es impostergable el rediseño y ejecución de estrategias ambiciosas pero factibles, que permitan de forma gradual mejorar aspectos como la acreditación de calidad tanto de los programas como de la calidad institucional,  para garantizar la sostenibilidad.

Así mismo, se requiere diversificar las fuentes de financiación, la actualización de los medios de tecnología, la cultura organizacional y la responsabilidad social dentro de un ámbito que asegure la calidad, migrando desde el Estado hacia el mercado.