Los mercados campesinos que desde hace tres años se establecieron en Pamplona, se han convertido en una opción de comercialización por parte de las familias productoras de las 36 veredas del municipio.

La idea surgió en 2013, de parte de la administración municipal, como una manera incentivar a la gente del campo y para que tuvieran contacto directo con los consumidores.

De esta manera se empezó a romper la cadena de intermediarios que se quedan con las mayores ganancias al adquirir los productos a bajos precios, directamente provenientes de los productores agropecuarios.

De los cinco cultivadores que inicialmente creyeron en el proyecto, el número fue aumentado al ver el apoyo ofrecido por los consumidores pamploneses.

En las últimas versiones de los mercados campesinos la cifra aumentó hasta en 55 expositores que traen todo tipo de productos que se cosechan en los diferentes pisos térmicos de la región.

También la Alcaldía les ofrece los medios y el transporte para que una vez al mes, viajen a Cúcuta a participar en los mercados campesinos que organiza la Gobernación de Norte de Santander.

El reporte

El secretario de Desarrollo de Pamplona, Nelson Villamizar Gómez, informó que en el sexto mercado campesino del año se reportaron ventas aproximadas a los $25 millones, lo que se constituye en un punto favorable para la economía de las familias que viven en el sector rural.

Explicó que en esta oportunidad fue masiva la presencia de compradores que antes del mediodía habían adquirido hortalizas, frutas, lácteos y otros productos comestibles.

“Lo interesante es que se está moviendo la economía. Con las ventas estas personas tienen la oportunidad de suplir las necesidades más inmediatas al adquirir en la ciudad otro tipo de alimentos, vestuario y útiles de aseo”, sostuvo.

El funcionario indicó que otra manera de motivarlos es darles estímulos a quienes presenten las frutas y verduras más grandes, al igual que las familias que cultiven utilizando buenas prácticas agrícolas y sostenibles para los suelos.

En esta actividad se destacó el productor agropecuario Anatolio Suárez, quien trajo muestras de mora de alta calidad, teniendo en cuenta que su finca es una de las pocas certificadas en buenas prácticas agrícolas por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).

En verduras sobresalieron muestras de apio procedente de la vereda El Naranjo. “Los campesinos se están esmerando en mejorar las cosechas y los compradores valoran el hecho”.

La Opinión