De no creer parece ser la historia del parque San Francisco de Ocaña. En la última semana de septiembre la Alcaldía anunció que con el apoyo de la Gobernación se terminaría la remodelación de la plaza y a menos de 15 días de iniciadas las obras, los obreros dejaron su trabajo porque no les han pagado.

La Gobernación de Norte de Santander es la encargada de la obra, que tiene un costo de $100 millones. De acuerdo con el cronograma de trabajo, el 31 de octubre debe estar terminada.

Cristian Núñez Díaz, vecino del sector, afirmó que “las personas entran por un hueco que tiene la lona verde que encierra al parque. El césped está alto”.

Por su parte Carlos Roberto Arévalo Orozco, secretario de Infraestructura, dijo que a su oficina no ha llegado ninguna queja por las anomalías.

“Desconocíamos la situación y adelantaremos el trámite necesario para preguntarle al gobierno departamental qué sucede y pedirle que resuelva a la mayor brevedad los problemas”.

Además, se conoció que los trabajos los hace un contratista que escogió la Gobernación y del cual la Alcaldía de Ocaña no posee ninguna información. 

“Hace meses oficiamos al gobierno departamental para que nos comunicara quién es la firma encargada de la ejecución de la remodelación y a quién dirigirnos en caso de alguna anomalía, pero aún no nos dan respuesta”, manifestó Carlos Arévalo. 

Pese a ello, a finales de septiembre, por información de la Alcaldía, se conoció que el contrato está a cargo de la empresa Unión Temporal Parques. 

Los trabajos, en la segunda etapa, incluyen el cambio del piso. Anteriormente era solo de cemento y en adelante se podrá caminar por suelo de tableta de gres, que juega con el valor histórico que tiene el parque San Francisco.

Además, debe mejorarse la red de iluminación y se instalarán faroles. Como parte del mobiliario también se tiene contemplado instalar bancas y canecas.