Una vez superado el periodo crítico de la pandemia los niños campesinos del corregimiento de Aguas Claras, comprensión rural del municipio de Ocaña, podrán disfrutar del restaurante escolar.

Ya se reanudaron las obras suspendidas mientras se hacían algunos ajustes arquitectónicos al diseño de la cubierta para hacerlo más funcional una vez retornen los estudiantes.

Los trabajos fueron interrumpidos debido a las correcciones en los planos de la estructura y la intervención se hizo luego de la gestión entre el gobierno municipal y la entidad no gubernamental ‘Colombia Transforma’.

El secretario de Vías e Infraestructura, ingeniero Yorbi Franco Téllez, explicó que la obra tiene un avance del 50 por ciento y se espera la apertura del restaurante en la primera semana de noviembre para todo el sector rural. 

Fernando Alberto Clavijo Vega, rector del colegio, señaló que es un avance significativo para ayudar a 350 niños campesinos, con una inversión que supera los 300 millones de pesos.

“Era hora que los niños campesinos cuenten con una infraestructura física de esa naturaleza, porque estaban almorzando sentados en los andenes, en el quiosco o debajo de los árboles. Y cuando llovía era una tragedia para repartir los alimentos”, recalcó el rector. 

El material fue entregado por la Agencia de Cooperación Internacional Colombia Transforma, los trabajos lo ejecutan profesionales de la construcción de la Secretaría de Vías e Infraestructura y la mano de obra no calificada es aportada por los padres de familia, indica el especialista.

El sueño de los labriegos se hace realidad luego de varios años de gestión con el firme propósito de mejorar las condiciones de vida de sus hijos.

Es de precisar que el convenio fue tripartito entre la Alcaldía, Colombia Transforma y la comunidad educativa para la construcción del comedor escolar con las especificaciones técnicas exigidas por el Ministerio de Educación Nacional.

Integrantes de la misma comunidad participa activamente en la construcción de ambientes saludables para los niños. 

Clavijo Vega, esperó durante más de 10 años, la ejecución de un proyecto para ayudar a niños campesinos quienes han sufrido los rigores de la violencia en la zona del Catatumbo. Las directivas aprovecharon el aislamiento preventivo inteligente para facilitar el avance de la obra.

Según se dio a conocer, el restaurante tendrá una cocina con todas las especificaciones técnicas, alhacena, cuarto frío, vestier y comedores con un área de 20 por 25 metros que da 500 metros cuadrados, precisó.     

“Ha sido una lucha con nuestros gobernantes, porque la comunidad estaba cansada de tanto abandono estatal. Para nadie es un secreto que de Aguas Claras para allá comienza el Catatumbo”, recordó el directivo docente.

La ejecución del proyecto supera los 300 millones de pesos, donde Colombia Transforma aporta más de $200 millones en materiales, la administración municipal, 80 millones de pesos en la mano de obra especializada y la comunidad ofrece 300 jornales para la adecuación.