En vacaciones, la Biblioteca Pública Luis Eduardo Páez Courvel de Ocaña está fomentando la lectura por medio de estrategias lúdicas. Así lo dio a conocer la directora del centro de consulta, Miriam Quintero Sanabria.

De acuerdo con la bibliotecaria, se cuenta con los beneficios del programa La llave del saber, que permite incluir a los beneficiarios en la Red Nacional de Bibliotecas y así acceder a títulos y material lúdico.

En el Complejo Histórico de San Francisco se cuenta con una sala general para facilitar las investigaciones entre adultos y estudiantes de las instituciones educativas. Un área de sistemas dotada de computadores para encaminar a las personas hacia las consultas tecnológicas y la coordinación infantil, hacen parte del programa de estimulación temprana.

La directora de la sala infantil, Omaira Arenas, dijo que el propósito de la ludoteca es generar el hábito de la lectura en un espacio agradable para los niños, donde exploran mundos por medio de las letras.

En San Francisco se ofrecen talleres de literatura, de creación de cuentos y de pautas para leer correctamente.

Papel de las manualidades 

La instructora Arenas indicó que las manualidades juegan un papel fundamental en la formación integral de los niños.

“Les agrada trabajar con la plastilina elaborando muñecos y mostrando a sus padres las creaciones. Es un ejercicio para descubrir talentos en el arte”.

Arenas señaló que incluso sirve para despertar el espíritu investigativo. “Samuel Andrés Montes, de 7 años, sorprendió enseñando a fabricar plastilina. Con la asesoría de sus padres adelantó la investigación y ahora no la compramos sino la hacemos”, reiteró. “Los materiales son harina de trigo, aceite, sal, agua y color con anilina. Se compacta bien y se produce”.