El comienzo del calendario escolar reactivó en los colegios la preocupación por la deuda con el servicio de energía. 

Según los registros de la Secretaría de Hacienda, los pagos pendientes ascienden a 1.625 millones de pesos.

De acuerdo con el titular de ese despacho, Jesús Emiro Velásquez Carrascal, a finales de 2017 se suscribió un acuerdo de pago durante una conciliación. 

Para ello se asignaron 200 millones de pesos, que fueron abonados a la deuda.

“Los intereses por mora corresponden a 509 millones de pesos y se espera un arreglo definitivo con Centrales Eléctricas de Norte de Santander. La Gobernación debe asumir el 20 por ciento de la deuda y luego coordinar con los rectores planes para reducir el consumo”, dijo Velásquez.

En total, son 20 instituciones educativas las que tienen facturas acumuladas desde 2012. 

De acuerdo con el ingeniero Yesid Rojas Rincón, de Centrales Eléctricas, los colegios con pagos pendientes son: Instituto Técnico Industrial, Francisco Fernández de Contreras, La Presentación, La Salle, Normal Superior, Rafael Contreras Navarro, José Eusebio Caro, Instituto Técnico Comercial Alfonso López, Instituto Tecnológico Carlos Hernández Yaruro, Agustina Ferro y Nuestra Señora de Fátima. 

Además de las unidades básicas de los corregimientos de Otaré, Aguas Claras, Pueblo Nuevo, La Ermita y Buenavista.     

El consumo mensual de energía en las instituciones educativas asciende a 40 millones de pesos y el municipio no tiene recursos para cumplir con el pago. La secretaría Jurídica del municipio señaló que en el acuerdo de pago hecho el año anterior se dejó consignada la voluntad de la Alcaldía para el pago, pero que el mismo debe ser asumido por los rectores.

Por su parte la empresa de energía manifestó que está dispuesta a no cobrar los intereses que se han generado por mora, si se hacen aportes significativos a la deuda y se establece un compromiso de pago para que no se vuelva a presentar una situación de este tipo. Una de las propuestas es que los colegios asignen recursos de gratuidad de la educación.

La Alcaldía también les pidió a los rectores que ejecuten planes de ahorro de energía, por tanto se requiere que la comunidad educativa aporte para que el costo disminuya.