Los habitantes de la vereda La Unión de Ocaña, ubicada en el corregimiento Aguas Claras, en adelante no tendrán que padecer para sacar los productos agrícolas, con las obras de placa huella que se ejecutan hacía esa zona.

Los trabajos beneficiarán a 103 personas, quienes serán los beneficiarios directos de la adecuación de 160 metros lineales. En su mayoría los habitantes son víctimas de la guerra que se han asentado en la zona o han regresado a sus predios.

La Secretaría de Vías, Infraestructura y Vivienda de Ocaña es la encargada de ejecutar el proyecto por 160 millones de pesos, los cuales fueron gestionados ante la Unidad Nacional de Victimas, Consornoc y Centrales Eléctricas de Norte de Santander.

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El objetivo es recuperar los puntos más críticos para prevenir el riesgo de accidentalidad y ofrecer desplazamientos más ágiles y seguros hacia la zona rural.

De acuerdo con el enlace  de víctimas, Jessica Ibáñez, el recurso llegó a la Alcaldía para la compra de materiales y la comunidad aportó la mano de obra.

“Una vez se ejecuten los trabajos, se ofrecerán capacitaciones agrícolas”, dijo Ibáñez.