Con tapabocas, guardando la distancia, portando el pabellón nacional para connotar el amor de patria, globos multicolores y el sonido de las bocinas de los vehículos, la clase obrera se hizo sentir en el municipio de Ocaña durante la caravana pacífica por la vida, la dignidad y la democracia.
 
Desde tempranas horas de la mañana, los maestros, padres de familia, trabajadores de la salud y voceros de los distintos sectores de la sociedad se congregaron en el complejo histórico de San Francisco para iniciar el recorrido por las arterias viales de la localidad con el firme objetivo de sentar un precedente ante las políticas del Gobierno Nacional.

En esta ocasión, las arengas fueron cambiadas por el rugir de los motores y el ondear de las banderas en señal de protesta por los asesinatos selectivos de líderes sociales, defensa de la educación pública, un tratamiento digno en materia de salud, rechazar las reformas laborales y pensionales.

Los maestros calificaron de arbitrarias las medidas del Gobierno Nacional con los recortes presupuestales y las reformas lesivas para la clase trabajadora. No comparten el modelo de alternancia, porque las instituciones educativas no están preparadas para recibir a los estudiantes. 

“Quieren transferir esa responsabilidad a los municipios y gobernaciones que no tienen dinero para la asepsia y elementos de bioseguridad”, señaló el presidente de la subdirectiva de Asinort Ocaña, Cristo Miranda. 

La administración municipal en cabeza del abogado Samir Casadiegos, dictó las medidas correspondientes para evitar la alteración del orden público antes, durante y después de la jornada.

La movilización tuvo la vigilancia de la Policía Nacional y el acompañamiento del Defensor Regional de Pueblo, Diógenes Quintero Amaya, para brindar las garantías y verificar la posible  violación de los derechos fundamentales de todo ciudadano a la protesta social.                    

“Fue una caravana tranquila, se desarrolló en completa calma, cumpliendo con todos los protocolos de bioseguridad en contra de la política regresiva del gobierno nacional. La clase obrera reclama lo justo, el derecho a la vida, al trabajo digno con todas las garantías”, añadió Miranda. 

Los docentes reclamaron el cumplimiento de los acuerdos y esperan ser escuchados por el presidente de la República para replantear las políticas consideradas como equivocadas.

Exigen al gobierno replantear las políticas de Estado que atentan contra la estabilidad laboral y el futuro pensional. Rechazaron tajantemente la reforma a la ley general de la educación y solicitaron que el gobierno responda por los tres millones de niños por fuera del sistema. “Los padres no tienen cómo pagar en una institución privada, mientras la corrupción sigue en nuestro país”, mencionó el vocero sindical.

Norman Yesid Torrado Picón, tesorero de la Junta Central de Asinort, aseguró que la alternancia es un problema mayor al que se le debe dar un tratamiento especial.

Adriano Jácome Castro, ejecutivo de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) en Norte de Santander, sostuvo que los voceros de las centrales obreras, pensionados y trabajadores abogan por negociación del pliego de emergencia. Califican como crímenes de Estado el asesinato de líderes sociales por el simple hecho de hacer oposición y defender los derechos. 

“Que la democracia no vulnere los derechos. El presidente deje de ser dictador y que escuche a la clase trabajadora”, puntualizó Jácome Castro.