La Alcaldía de Ocaña y entidades de control ambiental en la Provincia están regulando la comercialización de plaguicidas en la zona, buscando evitar intoxicaciones entre los campesinos por el mal manejo de los insecticidas.

La mayoría de estos productos contienen compuestos organofosforados, los cuales pueden afectar la salud humana.

La Secretaría de Desarrollo Humano y el área de salud pública, en alianza con el Instituto Departamental de Salud (IDS), están recorriendo los locales donde se venden estos productos para sensibilizar a los propietarios y a los clientes.

A la par de las charlas educativas se están haciendo exámenes para determinar el buen funcionamiento del sistema nervioso, en campesinos que manipulan constantemente estos productos.

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De acuerdo con Sergio Trigos, de la Secretaría de Desarrollo Humano, “debido a la distribución y uso en diferentes industrias y en la agricultura, es frecuente que se presenten intoxicaciones accidentales por estos compuestos; además, por ser sustancias que están al alcance de las personas, han sido empleadas como tóxicos en suicidios”.

La campaña para mermar el uso ha tenido eco en los campesinos.