El comité de Pastoral Social de la iglesia católica Nuestra Señora de Fátima, adelanta una campaña para ayudar a las personas más pobres de Ocaña y en el asentamiento humano Asovigirón  de la Ciudadela Norte, entregaron mercados a las familias.

Luego se dirigieron al hogar de  las monjas italianas, donde habitan 73 niños.

“A ellos también se les suministraron alimentos”, dijo Helvert Verano Mora, coordinador del grupo Copas. “ Es una tradición que la gente de este sector se vincule con esta noble causa para ayudar a los más necesitados”.

Además, se están coordinando actividades recreativas y de formación espiritual con los niños víctimas de la guerra de la zona del Catatumbo.

La Semana Santa además de reflexión, sirve para recapacitar sobre las condiciones de vida de los desplazados que habitan en Ocaña y en total son 12.000, registrados en 14 años.

El comité también coordina los programas sociales ‘Servidores del servidor’, cuyos miembros piden alimentos, ropa y enseres para ayudar a la gente de los barrios más pobres de la Provincia.

*La Opinión