Los propietarios de cuatro casas de lenocinio ubicadas en los alrededores de la plaza de mercado de Ocaña se reunieron con funcionarios de la Secretaría de Gobierno, de la Unidad Técnica Ambiental (UTA), de Corponor y de la Policía Ambiental, con el objetivo de revisar la documentación legal y advertir de controles de salubridad.

“Estos sitios deben ser reubicados en una zona de tolerancia, recordando que no depende de la administración el traslado si no de los propietarios”, señaló el secretario de Gobierno, Juan Pablo Bacca.

De acuerdo con el Plan Básico de Ordenamiento Territorial las zonas de tolerancia deben estar ubicadas en el sector que conduce a Aguas Claras.

De acuerdo con las cifras que maneja la Secretaría de Gobierno, en las cuatro casas de lenocinio que funcionan en los alrededores de la plaza de mercado, ejercen la actividad 100 mujeres, en su mayoría, procedentes de Venezuela.

Los comerciantes que ejercen su actividad en la zona piden al municipio controlar la proliferación de estos establecimientos nocturnos, por tanto no están permitidos por el uso de suelo y consideran que afectan la imagen del sector. 

“Es imposible pasar de noche por esas calles para llegar a nuestras casas. Los burdeles se tomaron la plaza y prácticamente cobran peaje para poder ingresar al barrio San José”, dijo uno de los habitantes.

A los taxistas que se atreven ingresar al sector, cuentan los vecinos, deben dar monedas a indigentes para que no les partan los vidrios.

Los comerciantes cierran los negocios a las cinco de la tarde para evacuar la zona y no correr el peligro de ser atracados. Por esa situación, piden la intervención oportuna de las autoridades para que el orden público no se altere en esa zona de la Provincia de Ocaña y el municipio haga cumplir el uso de suelo.

La Opinión