Durante el primer encuentro de campesinas del departamento, se conformó la Coordinación de Mujeres del Nororiente Colombiano, que busca defender las iniciativas para la consolidación de la paz y la institucionalidad en los territorios. 

Las 20 delegadas de las organizaciones sociales, que forman la Coordinación de Mujeres, proyectan a las campesinas en la participación de propuestas políticas y sociales con enfoque de género, para reivindicar los derechos fundamentales de una verdadera convivencia pacífica en las zonas afectadas por el conflicto armado. 

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“Históricamente las mujeres han soportado el conflicto social y queremos visibilizar la problemática y así conseguir mayor representación en los escenarios de paz”, agregó Yuranys Cuéllar, líder social de la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra.

Además, las 200 mujeres participes del encuentro, entre ellas, ex combatientes de las Farc, trabajaron durante tres días para estructurar un documento, que será entregado a la Consejería Nacional de Equidad para la Mujer, en base a las cuatro mesas de socialización.

En el marco de participación política de las mujeres rurales, reclaman mayores escenarios de participación democrática y de la política social del Estado. 

Para el acceso de las mujeres campesinas a la tierra; contemplan el cumplimiento de una verdadera reforma agraria integral, enmarcada en la defensa de los territorios y el medio ambiente.

En la mesa de seguridad y protección, reclaman proyectos encaminados a la protección de las campesinas víctimas del conflicto, para erradicar todas las formas de violencia.

En la tercera propuesta se considera la creación de programas de cuidado y autonomía económica de las mujeres. 

“Queremos que se adopte una política pública para proyectos productivos con el fortalecimiento de los comités y los recursos para el empoderamiento”, recalcó Cuéllar.

200 mujeres del Catatumbo, Valle del Río Cimitarra, Nordeste Antioqueño y Sur de Bolívar, que son integrantes de Cahucopana, Ascamcant, ACVC, Aheramigua y Mujeres de Las Farc, exigen al gobierno nacional, el fortalecimiento de las organizaciones sociales de la mujer como motor fundamental para el progreso y desarrollo.

“Queremos que nuestros cuerpos no sean instrumentos de guerra, sino templos de reconciliación”, dijo Cuéllar.