Un número considerable de propietarios de establecimientos comerciales no resisten el avance devastador del coronavirus en el municipio de Ocaña.
 
El director ejecutivo de la Cámara de Comercio, Rubén Álvarez, manifiesta que recientes estudios arrojan una cifra de 150 negocios cerrados en esta localidad, debido a los efectos de la pandemia.

Echaron inicialmente mano a los ahorros para cumplir con los proveedores de mercancías, cancelar arriendos, pagar empleados, los servicios públicos y obligaciones tributarias. Sin embargo, el prolongado encierro ocasiona el descalabro económico y declaran la insolvencia financiera.

‘Chorrito’, ubicado en la popular calle del Dulce Nombre, anunció el cierre definitivo de las puertas a partir del 20 de septiembre, luego de 65 años de servicios en la localidad. “Se arruga el corazón, pero prima la situación familiar, no tenemos capacidad para afrontar el COVID que acabó con la economía local”, indicó la propietaria del establecimiento.