El programa Volviendo al campo, de la Fundación Crediservir, ejecuta un proyecto para construir biodigestores, que producen gas metano, con el que los campesinos preparan los alimentos.

“Es una historia interesante, pues con una tecnología sencilla que consiste en una cámara de almacenamiento donde entra materia orgánica que se fermenta sin oxígeno, se produce el gas”, indicó el coordinador del proyecto, Goodwin Reyes Pérez.

Principalmente se utilizan las heces de los bovinos, y el biodigestor evita que ese metano vaya a la atmósfera para incrementar los gases de efecto invernadero y genera un beneficio para las familias, porque tienen en las cocinas cómo preparar los alimentos. Además, se evita la tala de árboles, de donde obtienen la leña para cocinar”.

“Se está analizando el funcionamiento, se cambia el plástico en aquellos biodigestores que se dañaron y son sometidos a un proceso de evaluación. Se hace la implementación de tecnologías apropiadas para reducir los costos de elaboración en un 40 por ciento. Ahora, tenemos un biodigestor que se construye más rápido, es económico y entrega los mismos resultados de producción”, recalcó Reyes.

De acuerdo con el funcionario, la idea ha gustado y hay familias campesinas que elaboran los iodigestores con lona de camión, que es más resistente. Los biodigestores más avanzados producen entre cinco y seis horas de gas al día.

A la fecha, 173 familias en fincas de la Provincia de Ocaña y sur de Cesar cuentan con biodigestores. “Lo recomendado es construirlos en zonas de hasta 1.500 metros sobre el nivel del mar, pues en zonas más altas el frío baja la producción de gas”.

Se espera vincular a más familias campesinas al proyecto, por tanto los beneficios para el ambiente son significativos. Además, las familias reducen gastos al producir gas.