A raíz del aislamiento social preventivo producto de la pandemia,  desplazados por la violencia de la zona del Catatumbo, asentados en los sectores periféricos de la ciudad de Ocaña atraviesan una difícil situación económica.

Con el propósito de mitigar el impacto de la crisis sanitaria generada en los barrios de invasión, varias entidades articulan programas de ayudas humanitarias en los sectores vulnerables de la ciudad.

Es así como la oficina de Participación Comunitaria de la administración municipal coordina con el Segundo Distrito de la Policía Nacional y el Consejo Noruego, la entrega de víveres y elementos de aseo para las familias que no han recibido ningún tipo de apoyo de entidades gubernamentales.

“El objetivo de esta actividad es ayudar a la gente que ha sido golpeada por la cuarentena y no cuente con ingresos económicos estables para mitigar el impacto de esta pandemia”, señala Julián Amaya Cabellos, coordinador de la oficina de Desarrollo Comunitario.

En esta oportunidad fueron 200 familias beneficiadas con los mercados entregados, las cuales agradecieron la ayuda brindada en estos momentos difíciles. La administración reiteró su compromiso de trabajar por mejorar la calidad de vida de todos los ocañeros, aseguró el funcionario municipal.

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Sandra Milena Sánchez, habitante del asentamiento humano Tierra Santa agradece a todas las entidades que los tuvieron en cuenta ya que los niños estaban prácticamente aguantando hambre.

Por su parte, Hanna Bastidas, Comandante del Grupo de Prevención de la Policía Nacional manifiesta que por iniciativa del Consejo Noruego y la administración municipal se coordinan la entrega de los mercados humanitarios. “Son sectores vulnerables que necesitan la ayuda de todos nosotros. Así que todos los aportes son valiosos”, puntualizó.