En la audiencia pública que se realizó en la Comisión Primera del Senado, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, afirmó que luego del acuerdo en justicia transicional que se dio a conocer ayer, “Los contradictores y críticos del proceso se quedaron con los crespos hechos”.

Cristo afirmó que parece que las buenas nuevas causaron el mal genio de quienes no están de acuerdo con el proceso de paz y que acuden a argumentos falaces para desligitimarlo.

“No deja de causar tristeza, por utilizar términos diplomáticos, que frente a la posibilidad del fin del conflicto en Colombia. (...) surjan voces que insisten en cuestionar en descalificar cualquier avance en la búsqueda de paz en Colombia. Ningún acuerdo les hubiera servido, ni siquiera la cadena perpetua para las Farc”, dijo.

El ministro señaló que la oposición y los contradictores, “Duraron tres años pensando en que iba a haber paz con impunidad. Y como lo que salió ayer fue un acuerdo serio que cumple con los estándares internacionales, que satisface a las víctimas, entonces quedaron con los crespos hechos”.

Así mismo, dijo que no se trata de traducir la reparación en número de años de cárcel, que hay un tratado de los derechos de las víctimas y que ha sido este Gobierno el que ha impulsado la reparación de víctimas por lo que “este Gobierno no acepta que nadie venga a darle lecciones de cómo reparar víctimas”

Sin embargo, reiteró el llamado al diálogo y el análisis de un acuerdo que cumple con todos los acuerdos internacionales y que es el máximo de justicia que se puede dar para conseguir la paz.

“Invitar de la manera más franca como colombiano a quienes parece que estuvieran bravos con la noticia de ayer () a que reflexionaran a que hiciéramos un alto en el camino para mirar no cómo retrocedemos a 50 años de guerra en Colombia sino cómo alcanzamos la paz”, dijo.

Y finalmente, aseguró que sí habrá refrendación y que el Gobierno Nacional ve con buenos ojos el plebiscito para la paz propuesto por el Partido de La U, pero modificando algunas cosas como el voto obligatorio.

*Bogotá | Colprensa