La crisis financiera y administrativa de la Eps Caprecom Cúcuta tocó fondo ayer. Los rostros de los usuarios que llegaban a la sede administrativa de la empresa eran de angustia, zozobra y de tristeza, todo porque no encuentran en esta Eps quién les responda por los servicios de salud.

John Alexander Forero Flórez, de 29 años, a quien le fue trasplantado un riñón hace dos meses y medio aseguró que no le entregan los medicamentos que le recetó el médico.

Su esposa Leinys Estella Sánchez denunció que no han valido tutelas ni incidentes de desacatos admitidos por los jueces para obligar a Caprecom a cumplir con su obligación, “se burla de nosotros”, dijo.

Según conoció La Opinión, Caprecom no cuenta con contrato para los medicamentos que requiere Forero, quien ayer permaneció seis horas en la sede de esta Eps a la espera de una respuesta que nunca recibió.

José Alirio Guzmán, padre de un bebé de 13 meses de nacido, con hidrocefalia, está a la espera de una orden para el cardiólogo y no se la conceden hace dos meses.

Tampoco –aseguró- ha recibido los alimentos que le recetó el médico a su hijo y por esta razón su vida está en riesgo.

La Opinión intentó obtener una respuesta a estas quejas, pero no se permitió el ingreso de los periodistas a la oficina de la gerenta Karol Vargas. “Nadie los puede atender”, dijeron sus secretarias.

En las afueras de la sede, en el barrio Popular, Zaida Luz Palencia denunció que su papá necesita una cirugía cardiovascular de cuarto nivel, “pero Caprecom no expide la autorización para sacarlo de la clínica Unipamplona a Bogotá o Bucaramanga”.

La denuncia de Diana Carolina Prada no es menos grave que las demás. A su mamá le dio un infarto y el médico le ordenó una cirugía de corazón abierto, “pero no he podido conseguir la autorización. Mi mamá tiene muerte súbita y la Eps sigue como si nada”, aseguró.

En esta desatención no se salvan los niños, Laura del Castillo, madre sustituta de un niño de ocho años que sufre de epilepsia, espera hace un mes los medicamentos anticonvulsivos, pero le dicen que no tienen contrato y que hay que esperar la orden del nivel nacional. 

Nicolás Salazar, director de la Fundación Provida y veedor de la salud en Cúcuta, denunció que hasta el 12 de agosto, según el Instituto Departamental de Salud (Ids), se había muerto ocho pacientes de alto costo de Caprecom, “todo por física desatención”.

También hay otros 115 pacientes que necesitan tratamientos de diálisis y atención diferencial.

En un encuentro que se llevó a cabo esta semana con la participación de Caprecom, el Ids, los representantes de los usuarios y la Secretaría de Salud de Cúcuta, los representantes del Ministerio de Salud señalaron que las regionales de los santanderes de Caprecom no son viables administrativas ni financieramente.

El problema –dijo el veedor- es que las EPS están poniendo muchas barreras  para recibir a los pacientes de alto costo de Caprecom.

Hablan las autoridades

Javier Orlando Prieto Peña, director del Ids, dijo que hasta ayer no se conocía un pronunciamiento de la Superintendencia de Salud a todas estas denuncias de los usuarios.

El alcalde Donamaris Ramírez dijo que en los informes de auditoría al plan de contingencia de Caprecom que se evaluaron ayer hay cosas bien y otras mal.

Reveló que ayer mismo se envió esta información a la Superintendencia Nacional de Salud, “dado que Caprecom no tiene cómo resolver las fallas”.

La secretaría de Salud de Cúcuta, Deisy Astrid Machuca, dijo que su posición es que Caprecom debe entregar los usuarios a EPS que tengan mayor cobertura y cumplimiento de servicios.

Esta tarea la debe decidir y coordinar la Superintendencia, dijo la funcionaria. 

Se conoció al atardecer que la Procuraduría Regional de Norte de Santander citará a este ente para que se decida el retiro de Camprecom de Cúcuta