Los militares venezolanos no tienen reparo alguno en violar la frontera, cometer homicidios y tropelías, y regresar a su país, como si nada.
Omnipresente y todopoderosa
La imagen que se tiene en Colombia de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) es la de un organismo que todo lo puede, que todo lo sabe y que está en todas partes, incluso en las que no debería frecuentar un ente del Estado: el crimen y la corrupción.
Creada a imagen y semejanza de la Guardia Nacional de España, por mandato expreso del presidente José Eleazar López Contreras, en 1937, la GNB era si acaso un proyecto más del Estado para el manejo del orden público en un país hasta entonces siempre convulsionado.
Pero, por desgracia, alguien olvidó los manuales españoles en alguna gaveta y la Guardia Nacional venezolana se convirtió en otra cosa. Sus primeros 136 miembros fueron la simiente que germinó en el muy poderoso cuerpo militar del que se dice que ha puesto y quitado, o al menos ha intentado poner y quitar presidentes. Aún en la llamada democracia, dice alguna historia no oficial, los partidos políticos escogían a sus candidatos presidenciales entre quienes tuvieran más simpatías de la Guardia.
Para muchos efectos y por muchas razones, la GNB es algo parecido a un estado dentro del Estado, un poder ante el que las otras fuerzas armadas poco se atreven, un cuerpo militar cuyas cabezas saben mucho más de acumular dinero a cualquier precio que de comportarse como soldados.
Desde hace algún tiempo, tanto en Venezuela como en Colombia se menciona el Cartel de los Soles, una organización ilegal y clandestina dedicada al narcotráfico y al contrabando fronterizo de combustibles y de otras mercancías ilegales, integrada, tal vez, por oficiales, suboficiales y soldados de todas las fuerzas militares venezolanas.
Sin embargo, según los medios de comunicación, la GNB parece ser el cuerpo más activo en relación con la actividad delictiva fronteriza, en la que los militares no tienen reparo alguno en violar la frontera, cometer homicidios y tropelías, y regresar a su país, como si nada.
Es lo que ocurrió el miércoles en La Parada, cuando guardias nacionales que se cruzaron la frontera, al parecer a discutir sobre asuntos relacionados con mercancías de contrabando, terminaron matando a un maletero colombiano, lo cual dio origen a disturbios graves sobre el mismo puente internacional.
Y fue lo que sucedió ayer, jueves, en la mañana, cuando en Guaramito, otros guardias nacionales venezolanos cruzaron hacia Colombia y de regreso se llevaron a tres jóvenes, en una acción ilegal que deja mucho que desear de la capacidad para reaccionar de las fuerzas de seguridad colombianas.
Mientras los episodios de tropas colombianas que pasan a Venezuela son casi inexistentes, y cuando sucede son accidentales, el paso de militares venezolanos hacia Colombia es de cada rato, con pleno conocimiento de lo que hacen, y sin importarles lo más mínimo que pueden desatar incidentes internacionales lamentables.
Que les tengan miedo en Venezuela, es algo común y corriente. Pero, ¿que acá, en Colombia, se les tolere? Es lo que se puede deducir de la falta de reacción de las autoridades pertinentes.
¿Cuál sería la reacción del gobierno de Caracas en la eventualidad de que unos cuantos soldados colombianos crucen la frontera y traigan a dos o tres personas bajo arresto? Habría hasta amenazas de movilizar tropas. Ya ha ocurrido…
Con lo sucedido durante estos días, parece como si la vida de un colombiano y la integridad de otros tres valieran para nuestro gobierno menos que un disgusto del presidente Nicolás Maduro.
¿En verdad, evitarle molestias al mandatario vecino es tan costoso como para mirar hacia otro lado cuando sus militares cruzan y se llevan a los nuestros, mientras en San Cristóbal y Caracas lo niegan? Nos gustaría saberlo.
Ayúdanos a seguir haciendo periodismo de calidad
Contribuye aquíComentarios
+ NOTAS
Duque sostuvo encuentro con Lenín Moreno en la frontera
El mandatario sostuvo conversaciones con Lenín Moreno sobre diferentes temas.
Antes de morir, Ana Benilda Becerra salvó a sus vecinos
Un cortocircuito provocó la tragedia en el barrio La Castellana.
La avenida del Río será más deportiva y familiar
El centro de pensamiento del Área Metropolitana tiene unos 61 proyectos estructurados para Cúcuta.
COVID-19, en aumento en la región de Pamplona
Se conocen casos de gente de los municipios de la provincia y de Toledo que llegan a la región a hacerse la prueba de coronavirus.
La delegación regional que estará en la Vuelta al Táchira 2021
Tres equipos representarán a Norte en la edición 56 de esta clásica del continente.
La muerte sigue rondando por La Parada
Jonathan José Seijas llegó hace unos meses a La Parada a trabajar pasando gente y mercancía por las trochas.
Desde hoy, alcaldía empieza a expedir paz y salvo de predial
La Secretaría de Hacienda informó que en esta oportunidad el documento se entregará mucho más pronto que años anteriores.
Tercer toque de queda se cumplió dentro de lo presupuestado
En total fueron impuestos 843 órdenes de comparendo en la ciudad y el área metropolitana.
La pandemia obliga a postergar los retiros espirituales
“No existen condiciones para el encuentro", Jairo López, presbítero de la catedral de Santa Ana.