Un acuerdo municipal aprobó la construcción de la subestación de Policía del barrio Simón Bolívar en Pamplona.

El proyecto busca mejorar la convivencia de las 17.000 personas que habitan en los 14 barrios que confluyen en ese sector, localizado al noroccidente del casco urbano de Pamplona.

La propuesta fue presentada al Concejo por el alcalde Carlos Arturo Bustos Cortés. Para el funcionario la subestación es una necesidad debido a la inseguridad reinante en esos sectores de la Ciudad Mitrada.

El secretario de Planeación, Gabriel Gómez Carrillo, explicó que el municipio luego de la autorización del Concejo, cederá a la Policía a título gratuito una fracción del lote de 547 metros  cuadrados, localizado en la parte frontal del coliseo cubierto.

Allí se construirá con recursos provenientes del Gobierno Nacional la subestación de Policía, que quedará adscrita al Primer Distrito.

Gómez Carrillo explicó que el proyecto consta de dos niveles que alojarán a 12 unidades.

Sobre los recursos indicó que son aproximadamente de $870 millones y que provienen del Fondo Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana (Fosecon) del Ministerio del Interior.

La concejal ponente del proyecto de acuerdo 009, que pasará a sanción del ejecutivo municipal y quien es habitante de Simón Bolívar, con Luz Marina Castellanos,  sostuvo que después de tantos años se hace realidad el proyecto de construir en el sector una subestación de Policía.

Castellanos argumentó que con este logro se mejorará la seguridad de 17.000 personas que representan el 30 por ciento del total de los habitantes de Pamplona.

Antecedentes

Hace más de dos años producto de la conformación de bandas juveniles un comerciante del sector de Simón Bolívar fue atracado y herido por desconocidos que esperaron a que llegara a su residencia, a plena luz del día, para cometer el delito.

En ocasiones los vehículos que transitaban por la vía y en algunos puntos de la subida a Cristo Rey eran atacados con piedras.

De igual manera el consumo de sustancias psicoactivas era elevado.

Los adictos se habían ‘tomado’ el coliseo cubierto como punto de concentración y expendio.

Ante esta situación la Alcaldía solicitó al comando de la Policía de Norte de Santander la instalación de un punto de control en el salón comunal que se ha encargado de controlar la seguridad en esa comunidad.

Al igual que los constantes patrullajes han logrado darles más confianza a los ciudadanos y a quienes frecuentan esos sectores periféricos.

Con el proyecto se esperamejorar la seguridad y para ello se requiere el apoyo de la ciudadanía.