Un tono de voz fuerte y radical se oye desde el aire. Transmite la orden que, minutos después, deberá cumplir un grupo de policías que, guiados, por quien la imparte, atacarán una de las zonas priorizadas por esta institución en la ciudad para contrarrestar los delitos que más afectan a sus ciudadanos.

El comandante de la Policía en Cúcuta (Mecuc), coronel Jaime Barrera, transmite a los 300 uniformados que están listos para iniciar la operación, la indicación primordial de impactar con eficacia las zonas priorizadas para contrarrestar el accionar criminal que adelantan las organizaciones delincuenciales.

Mientras se calientan los motores de las 150 motocicletas que abordarán los uniformados para activar el plan de seguridad, en las instalaciones del comando de la Policía Metropolitana de Cúcuta, por otra parte, el piloto de la institución prepara el helicóptero que apoyará la misión, a través de la estrategia tierra-aire.

El objetivo de esta unión de esfuerzos con unidades en tierra y con el helicóptero, es poder detectar a las personas que, al percatarse de la toma masiva de los policías, huyen para evitar ser capturadas.

“Cuando las personas tienen orden de captura, armas o deudas con la justicia, salen en motos o a pie, a diferentes zonas evitando a los policías”, asegura el oficial mientras sobrevuela a Villa del Rosario, uno de los municipios priorizados en esta nueva estrategia de seguridad.

De hecho, el plan se inició en este municipio histórico, debido a que en menos de una semana se registraron tres homicidios, lo que generó una mayor concentración de la Policía para reforzar la seguridad ciudadana en esta zona.

A pesar de que es de noche, el trabajo articulado, que implica una constante comunicación desde el helicóptero con los agentes que están en tierra, se logra capturar a un menor de edad con un arma de fuego sin permiso para porte o tenencia; registrar más de 150 vehículos e identificar a más de 300 personas.

Los resultados: la incautación de varias dosis de marihuana y cocaína, el decomiso de diferentes armas cortopunzantes y de fuego, y al menos 50 vehículos inmovilizados.

Aunque en el recorrido de una hora por el aire no se presenta ningún contratiempo ni un movimiento extraño, la alerta siempre está latente en la voz del coronel Barrera, quien viaja a bordo de la nave, y la tripulación, que sigue a la espera de alguna indicación o un gesto del oficial.

Pasada la hora de vuelo, el comandante de la Policía de Cúcuta da la orden de regresar al aeropuerto, mientras sus hombres permanecen al menos media hora más en los retenes, registrando algunos puntos previamente identificados como zonas críticas para la comisión de delitos.

El mismo plan de seguridad lo adelanta la Policía en el centro de Cúcuta, en el barrio Carora  y en los puntos de salida y entrada a la ciudad, para ejercer un control urbano que mitigue los delitos de mayor impacto en esta zona del país, como lo son los homicidios, el hurto, el microtráfico y la extorsión.

“Nos hemos percatado desde el aire, que cuando entran los policías a hacer las requisas hay personas que lanzan cantidades de droga a los techos de las casas, y de inmediato informamos a los agentes para que logren registrar el lugar”, comentó el oficial.

Con el secuestro de Daniela Mora, la hija del director de la Unidad Nacional de Protección, Diego Mora, ocurrido el jueves 4 de junio, se activó, escasos minutos después del plagio, un plan candado con al menos 160 policías y un helicóptero en la zona de El Zulia, donde se tenía el registro del GPS del celular de la menor.

“Aunque no logramos ubicar a sus captores, pudimos contar con la rápida acción de tierra-aire, que sin lugar a dudas nos facilita en cualquier otra circunstancia poder capturar a los delincuentes”, dijo Barrera.

Desde hace tres meses la institución cuenta con el apoyo helicoportado, cuando se dispuso de la aeronave para el área metropolitana de Cúcuta, y cuya solicitud se había hecho desde hace 6 meses.

La intención es brindar mayor seguridad ciudadana y también tener una mejor atención a cualquier caso especial que requiera de una intervención oportuna y eficaz de la Policía.

“Es un trabajo que estamos realizando para generar reacción efectiva; estamos todos los días haciendo verificaciones y generando estrategias para tener resultados contundentes”, explicó el coronel Barrera.

Dijo que los sobrevuelos nocturnos en Cúcuta seguirán figurando en las estrategias de seguridad de la institución para brindar tranquilidad a la comunidad, en las horas más apetecidas por los agresores al momento de cometer las actividades delictivas.

La focalización del delito en la ciudad permite identificar los lugares que son más vulnerables para cometer los actos violentos y, de esta manera, se logran crear las estrategias policiales que generen los resultados a través de capturas y del desmantelamiento de bandas delincuenciales dedicadas al hurto y al microtráfico.

Finalmente, el comandante de la Mecuc aseguró que uno de sus objetivos es rescatar la seguridad ciudadana, por lo que una articulación de instrumentos y del pie de fuerza de la institución se desplegará en todos los rincones del área metropolitana para disminuir el accionar delictivo de las organizaciones criminales que allí operan.

Andrés González /La Opinión