Un sabor agridulce dejó entre los gremios mineros de Norte de Santander los puntos para reactivar el sector que fueron incluidos en el Plan de Impulso a la Productividad y el Empleo (Pipe 2.0).

En la segunda versión de este plan, que había sido utilizado como salvavidas para la economía en 2013, el Gobierno Nacional anunció la continuidad de cero aranceles para la importación de 760 partidas de bienes de capital, es decir, de maquinaria. Con la  medida se buscaría promover la transferencia tecnológica y así mejorar la competitividad.

Aunque celebró la decisión como un paso para fortalecer la explotación subterránea, el presidente ejecutivo de la Asociación de Carboneros de Norte de Santander (Asocarbón), Jaime Rodríguez Oviedo, dijo que esto resulta insuficiente si los empresarios de la minería no reciben el apoyo de la banca.

Y es que, según ha podido conocer La Opinión, uno de los grandes problemas que enfrentan los mineros de la región, es que las entidades crediticias no emiten créditos para la maquinaria que va al interior de las minas, entonces, de nada sirve el cero arancel para importar tecnología si los bancos no les prestan para adquirir dicha maquinaria.

“Si hubiese financiación, la exención de arancel sería muy importante para el departamento”, aseguró Rodríguez.

Tanto la continuidad del arancel, como la creación de una línea de crédito para la minería que se hace por debajo de la superficie, son temas en la agenda de la mesa de trabajo que desde hace dos años sostienen funcionarios del Gobierno Nacional con representantes del sector carbonero del departamento.

Por otro lado, el Gobierno también  dijo que se reducirá en promedio un 50% el canon de arrendamiento de exploración minera. Al respecto, el vocero de los carboneros resaltó la noticia como un alivio para los empresarios.

No hay claridad

Para el presidente ejecutivo de la Asociación de Industriales de la Arcilla de Norte de Santander (Induarcilla), Jairo Yáñez, las medidas adoptadas en el Pipe 2.0 requieren mayor claridad, pues hasta el momento sus alcances no son claros.

Además, el empresario aseguró que “la enfermedad que tiene la economía y la industria de Norte de Santander necesita una medicina especial, diferente a la que el Gobierno aplica al resto del país”.

La producción industrial del departamento tiene problemas logísticos, de altos costos y de competitividad, que deben ser atendidos, explicó Yáñez.

Jorge Andrés Ríos Tangua | jorge.rios@laopinion.com.co