El Real Madrid anunció este miércoles el nombramiento del español Rafael Benítez, que sucederá durante tres temporadas a Carlo Ancelotti y tendrá la dura tarea de hacerlo tan bien como el italiano, victorioso en la Liga de Campeones del año pasado.
       
"Rafael Benítez Maudes (16/04/1960, Madrid) es el nuevo entrenador del Real Madrid. El próximo proyecto del club blanco estará dirigido por un técnico que engloba éxitos, experiencia y madridismo", anunció el club en un breve comunicado en su página web.
       
La presentación del nuevo técnico se hará este miércoles en el palco de honor del estadio Santiago Bernabéu a las 13H00 locales (11H00 GMT), precisó el club blanco.
       
'Rafa' Benítez, de 55 años, vuelve así a sus orígenes, después de haber jugado en el segundo equipo del club, el Castilla, de 1974 a 1981, del que también fue entrenador (1993-1995).
       
Fue así mismo brevemente adjunto de Vicente del Bosque en el banquillo del primer equipo durante la temporada 1993-1994, antes de conocer el éxito en Valencia (2001-2004) y después en Liverpool (2004-2010), donde conquistó una Liga de Campeones en 2005.
       
Pero este técnico, que acaba de cerrar con una nota negativa su experiencia de dos años en Nápoles (5º puesto en Serie A) tendrá que demostrar que conserva el ADN del Real y que sabrá resistir a la presión de este club mediáticamente muy expuesto.
       
Benítez se convierte así en el décimo entrenador que toma las riendas del Real Madrid en los 12 años de presidencia de Florentino Pérez, repartidos en dos mandatos (2000-2006 y desde 2009).
       
Asumir la sucesión de un Carlo Ancelotti muy apreciado por los jugadores y el público se anuncia difícil: Benítez tendrá que convencer a un estadio Santiago Bernabéu donde podría perjudicarle su reputación de entrenador defensivo.
       
Benítez tiene a su favor un cultura táctica reconocida, un sólido palmarés y el hecho de haber ganado títulos en todos los clubs por donde ha pasado desde hace 15 años. Pero tuvo experiencias entreveradas desde que dejó en Liverpool, como con el Inter de Milán (2010) o el Chelsea (2012-2013), pese a una victoria en la Europa League 2013.