“En cuanto a la responsabilidad de Benjamín Ortega Pérez, he de indicar que fue sorprendido en flagrancia almacenando más de nueve kilos de cocaína en un inmueble donde laboraba como raspachín (recolector manual de coca)”, señaló el juzgado que lo condenó a 5 años y 4 meses de prisión, luego de que aceptara los cargos.

Ortega Pérez, de 30 años, natural del municipio de Pailitas (Cesar), fue capturado el 10 de junio de 2013, después de que un informante alertara a las autoridades sobre una vivienda donde almacenaban la droga y se alojaban miembros de la guerrilla.

Unidades del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, en coordinación con la Policía de Norte de Santander, llegaron hasta la vereda El Porvenir, en jurisdicción del municipio de El Tarra, con la orden de allanamiento.

“Siendo las 6:00 de la mañana, los uniformados tocaron a la puerta de la vivienda y se identificaron, siendo atendidos por Benjamín Ortega Pérez. Al inspeccionar la casa, en dos de las habitaciones hallaron la droga, con un peso de 9.300 gramos”, señaló la Fiscalía.

Por estos hechos, Ortega Pérez fue detenido y presentado ante el Juzgado Promiscuo Municipal de Sardinata, que legalizó su captura y le impuso medida de aseguramiento en la prisión de Cúcuta, mientras avanzaba el proceso en su contra. La Fiscalía le imputó el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes agravado.  

Preacuerdo

Tras meses de debatir entre si continuaba en el juicio o se acogía al principio de oportunidad,  Ortega Pérez optó por llegar a un preacuerdo con la Fiscalía que consistió en aceptar su responsabilidad a cambio de una rebaja en la pena, degradando su participación a cómplice.

El juzgado aprobó dicho preacuerdo y lo sentenció sin beneficios de casa por cárcel o suspensión condicional de la ejecución de la pena. Además, deberá pagar a favor del Estado 667 salarios mínimos legales mensuales vigentes.

“Se trata de una acción lesiva de orden legal que atentó contra el bien jurídico de la salud pública, sin que se evidencie que concurrió alguna causal eximente de responsabilidad. Así lo acordó Ortega Pérez con la Fiscalía al declararse culpable de tráfico de estupefacientes (…) No se tiene conocimiento de que para el momento de los hechos sufriera de trastorno mental o inmadurez sicológica que le impidiera comprender la ilicitud de sus actos”, señala un aparte de la sentencia.

Al término de la diligencia, el condenado fue trasladado nuevamente a la cárcel de Cúcuta, donde deberá purgar la pena impuesta.