El candidato a la Alcaldía de Villa del Rosario, Alexander Merentes,  dijo que en el municipio el problema no es de infraestructura sino de inseguridad por las bandas criminales, el microtráfico y la prostitución.

“¿De qué nos sirve tener calles en oro si están regadas de sangre? y de ¿qué nos sirve tener los mejores escenarios deportivos si nuestros hijos no los pueden disfrutar?”, advirtió.

El joven aspirante lanzó la propuesta de desarme de las bandas criminales, “porque los muchachos que participan en esa guerra solo tienen dos salidas: terminar en la cárcel o en el cementerio”.

En su concepto, la solución es prevenir el delito, ofreciéndoles alternativas distintas a quienes han llegado a ese mundo. Así lo dice en el recorrido por esa localidad fronteriza donde cubrirá las 25.000 viviendas.

“Les daremos oportunidades de estudio y empleo para que esos muchachos se conviertan en ejemplo para los 18.000 jóvenes que habitan en Villa del Rosario”, apuntó Merentes.

Notificó que “aquí no vamos a atacar a las bandas criminales ni con balas ni con más cárcel, sino con oportunidades para que el municipio salga adelante, con apoyo nacional e internacional”.

A la pregunta de cómo les dará esas oportunidades de empleo, contestó: “hoy las empresas no llegan a invertir en Villa del Rosario porque las extorsionan, las amenazan y fuera de eso les cobran por abrir una compañía. Nosotros les garantizaremos la seguridad, les daremos un tratamiento tributario especial y contener el contrabando para que ellos generen empleo”.

Merentes se propuso la idea de convertirse en “embajador a nivel nacional e internacional de Villa del Rosario para mostrar al municipio de una manera distinta y no como lugar de capturas, muertes y zona roja”.

Al insistir en el combate a la inseguridad, manifestó que se deben cambiar “los laboratorios de droga por laboratorios de paz y quitarles las armas a los muchachos de 13 y 14 años que están delinquiendo. Hay que garantizarles el derecho a la vida y darles estudio y trabajo”.

En territorio rosariense habitan 3.000 víctimas del conflicto armado, 1.086 discapacitados, 18.000 jóvenes y 16.718 familias que se dedican a la informalidad, son las cifras que Merentes maneja de la vecina localidad que se conecta por La Parada con San Antonio del Táchira.

Habrá rendición de cuentas cada tres o cuatro meses a la comunidad y, además, “los mejores profesionales con capacidad técnica llegarán al gabinete municipal en una administración mía. De esa manera espero recuperar la eficiencia y la eficacia para mejorar la gestión pública”.