Los niños que viven en Cúcuta ya sienten la necesidad de volver a clases. Los más pobres dijeron que además de educación, también necesitan comida.

Keiner Jhoan Hernández Lázaro, 9 años, vive en una invasión y decidió enviarles a los profesores de Cúcuta, particularmente a los de su colegio José Aquilino Durán, la razón de que añora a sus ‘profes’ y amigos para jugar, pero también los yogures, leches y comidas que le ofrece su colegio al desayuno.

El pequeño estudiante, brillante para las matemáticas, tomó una hoja de papel y escribió: “profesores, quiero que se termine el paro para volver a estudiar”. Luego se fue a jugar con una vieja pelota entre la arena.

Charit Alexandra, hermana mayor de Keiner, dijo que permanecen aburridos en el rancho de tablas, en la invasión María Teresa, donde residen con otros cinco primos que tampoco van a la escuela por el paro.

“Ayer lo que hicimos fue ponernos a jugar a la escuelita porque ya ni la pelota con la que jugamos fútbol nos desaburre”, dijo la pequeña, de quinto grado.

Según Rosalba Bayona, ama de casa y una de las líderes de María Teresa, hay niños que van a la escuela esperando estudiar y recibir alimentación porque sus padres son muy pobres.

“Hay madres cabeza de hogar que no tienen marido y tienen hasta seis o siete niños”, dijo. “Tenemos niños que reciben en el colegio un jugo con pan o una torta y que con el paro se quedaron sin alimento, porque aquí hay mucha pobreza y en sus casas no tienen”.

Bayona señaló que está en riesgo la seguridad alimentaria de unos 320 niños de María Teresa, sin contar con los otros que viven en las zonas de invasión aledañas.

“Ahora, las mamás no pueden dejar a los niños solos en la casa por la inseguridad y al tiempo ellas tienen que sobrevivir para traerles el alimento”, señaló la líder.

El secretario de Educación de Cúcuta, Luis Carlos Guzmán, dijo que el alimento se da a los niños que van a estudiar.

Aseguró que unos 4 mil niños de los colegios públicos de Cúcuta reciben alimentación porque sus profesores no han salido a paro.

Los megacolegios son los únicos que funcionan en medio del paro y funcionan con maestros provisionales.