A las 9:30 de la mañana suena el timbre que indica que culminó la media hora del descanso del Instituto Educativo Pablo Neruda de Atalaya, inmediatamente los estudiantes del grado 11 suben al segundo piso, al aula 11B.
Promueven la educación financiera con grupos de ahorro

Es la hora de ver la materia ‘Emprendimiento’, pero en esta ocasión la profesora no dictará la materia, están Sonia Salazar y Danny Suárez de la Fundación Ecopetrol, (Fundescat) quienes coordinan la segunda reunión que tendrán los adolescentes de los Grupos Autogestionados de Ahorro y Crédito Local, (GAACL) que se agrupan en esta institución educativa y se reúne cada 15 días.
Los alumnos corren sus asientos, dividen el salón en dos grupos de a 10 personas, luego dos jóvenes se dirigen a la coordinación del instituto educativo, buscan los dos ‘kits’ de ahorro y los llevan al salón. Uno de los grupos una se llama ‘Los Progresistas’.
Empieza la acción. El presidente de la mesa exclama ¡Se invita a los portadores de la llave a abrir la caja! Inmediatamente tres alumnos que poseen la llave se levantan y procede a quitar los tres candados que tiene la caja.
El presidente de grupo y el registrador toman en control de la caja o ‘kit’ de ahorro, el registrador toma cada una de las libretas de los integrantes del grupo, (cada libreta tiene el nombre de cada uno, el control de las acciones compradas en cada reunión, y los préstamos solicitados), el registrador apunta todos los detalles en un cuaderno y el presidente coordina todos los movimientos de la caja, los contadores reciben el dinero aportado y el dinero entregado y además llevan las cuentas del efectivo que contiene la caja.
¡Se inicia el conteo del Fondo de Ahorro! Anuncia el presidente del grupo. Inmediatamente el contador revisa los fondos existentes en la caja y al finalizar señala: ¡El Fondo Social cierra con 24.000 pesos! Así termina la primera jornada que consiste en contar el dinero ahorrado hasta ahora por los alumnos.
Luego empieza la segunda etapa: la compra de acciones, que corresponde al aporte que hacen los alumnos a la caja. Pues allí tienen normas, sólo pueden comprar un tope máximo de 5 acciones de $500 pesos cada una.
El registrador toma cada una de las libretas enumeradas. Toma la primera libreta y pregunta.
-¿El propietario de la libreta número 1 va a comprar acción hoy?
-Sí –responde uno de los integrantes del grupo–voy a comprar dos acciones. Entrega $1.000 al contador. Luego, el registrador anota en un recuadro las acciones compradas, coloca el sello, que certifica la compra, levanta la libreta y la enseña al grupo, y señala: ¡El número 1 compro 2 acciones!
La misma operación se hace con cada uno de los miembros del grupo. Al finalizar, el contador anuncia: ¡La compra de las acciones finaliza con 17.000 pesos!
El grupo del colegio cierra la caja de ahorro con más de 40.000 pesos.
Al finalizar, el año escolar los alumnos liquidan la caja y reparten el dinero ahorrado, de acuerdo al aporte que ha realizado cada integrante.
Esa es la dinámica de los grupos Autogestionados de Ahorro y Crédito Local, que corresponde a una agrupación de personas que se organizan de forma voluntaria en una comunidad, organización o colegio, con el fin de fomentar la cultura del ahorro, eliminar los préstamos informales, y formar a las personas en educación financiera de una manera práctica.
La Opinión también visitó a otro grupo en el barrio Los Olivos que se llaman ‘Las Estrellas ahorradoras’, allí igualmente 20 personas se reúnen en una casa y aplican el mismo procedimiento pero a mayor escala, ahorran y piden préstamos, a una tasa de interés de 3%.
Estos grupos son un ejemplo a seguir para fomentar la cultura del ahorro y la educación financiera en todos estratos sociales y edades.
Daniela Rodríguez León, estudiante de 11 grado, es la segunda vez que participa en esta iniciativa y el año pasado logró completar sus ahorros para comprar un celular. Señaló que esta actividad es “chévere porque nos permite ahorrar y aprender educación financiera desde pequeños”.
Estos grupos se empezaron a organizar a través de la fundación Ecopetrol, Fundescat con apoyo de la secretaría de la mujer. Fundescat los orienta durante varios meses a los integrantes de grupo y lleva el control de cada uno de los movimientos de caja de los grupos.
Esta iniciativa se empezó a llevar a cabo en el año 2013 en Cúcuta, se aplica en diversos barrios y organizaciones de la comunidad. Hoy hay 280 Grupos Autogestionados de Ahorro y Crédito Local en Cúcuta, Tibú, Chinácota, Villa del Rosario y Puerto Santander.
En los tres años de funcionamiento del programa 4.162 personas se han beneficiado. El monto total de ahorro en los tres años ha llegado a 445.873,252 pesos hasta marzo de 2015.
Los montos de préstamos en los tres años ascienden a 130.3712.050 pesos. Además el programa ha beneficiado a 60% de mujeres, 20% hombres y 20% jóvenes.
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