La infraestructura petrolera que recorre Tibú fue víctima esta semana de otros ataques terroristas. La compañía Ecopetrol confirmó ayer, por medio de un comunicado de prensa, que un tramo de su oleoducto, el Caño Limón-Coveñas, fue destruido por desconocidos. La empresa Oleoductos del Norte de Colombia, que hace presencia en el mismo municipio, no descartó del todo que sus tubos también hayan sido averiados.

Los atentados se habrían registrado el miércoles en la noche en la vereda Campo Seis, a casi una hora del casco urbano de Tibú. Según las autoridades judiciales, en la zona se escucharon al menos dos explosiones.

“Ya estamos como a más de un kilómetro de la zona. Allí delinquen la compañía milicias Héroes del Catatumbo del Eln”, aseguró en rueda de prensa el coronel Alberto Romero, comandante de la Brigada 30 del Ejército.

Ecopetrol informó que la acción violenta desencadenó la caída de crudo en el río Tibucito, lo que obligó a activar un plan de contingencia.

“Se instalaron dos puntos de control operativos, uno ubicado sobre el río Tibucito y sobre el río Tibú. También se protegió la bocatoma del acueducto del municipio”, reportó la estatal petrolera.

El gerente de Oleoductos del Norte de Colombia, Carlos Reyes, sostuvo que la empresa interrumpió el flujo de petróleo a la espera de determinar claramente si hubo una voladura o afectación en su tubo.

“Es muy probable que se haya registrado la afectación, pero en este momento no tenemos evidencias”, explicó el vocero.

Las posibilidades de que el crudo derramado toque las aguas del río Tibú, de las cuales se abastecen los habitantes del municipio, por ahora son remotas. Sin embargo, la empresa que suministra el agua potable recomendó a los tibuyanos comenzar a racionar el preciado líquido.

“Por el momento nosotros seguimos bombeando y prestando el servicio normalmente”, aseguró la gerente las Empresas Municipales, Marlene Mendoza Pérez.

La compañía Ecopetrol también mostró su rechazo por el hostigamiento del que fueron víctimas militares y trabajadores de la planta de Orú, en El Tarra,

“Desconocidos hostigaron el segundo anillo de seguridad de la estación. El ataque no dejó heridos, ni daños a la infraestructura. Rechazamos de manera categórica los ataques”, se puede leer en un segundo comunicado de prensa emitido por la petrolera.