La muerte del joven Clisman Eduardo Túquerres Coque, ocurrida el fin de semana durante un partido de fútbol en La Buitrera (Cali), suscitó ayer la aprehensión y legalización de captura de un policía.

Así lo dio a conocer el general Fabio Alejandro Castañeda, comandante de la Policía de Cali, quien agregó que el uniformado se encuentra detenido en un “centro de internamiento”, mientras se realiza el juicio en su contra por los delitos de lesiones personales y homicidio.

“Estamos garantizando que en el caso se va a actuar con celeridad, justicia, imparcialidad y seguramente habrá resultados”, dijo el oficial, al resaltar que el proceso cuenta con la veeduría de la Personería y la Procuraduría y que está en manos de un juez penal militar de Bogotá, “que no tiene nada que ver con el comando de la Policía de Cali”.

Según contaron varios habitantes de la Buitrera, los hechos en los que resultó herido Clisman Eduardo ocurrieron hacia la 1:30 de la noche del sábado, en la cancha de fútbol contigua a la estación de Policía del corregimiento, donde por lo menos 30 personas, la mayoría de ellos niños, presenciaban un partido de fútbol entre dos equipos de mujeres.

Las versiones de la comunidad indican que un patrullero de la Policía discutió y golpeó al hermano menor de Clisman Eduardo, por lo que este intervino. Al parecer, en medio de la disputa el uniformado se quitó su correa y se le cayó su arma de dotación, una pistola nueve milímetros.

“El policía le puso el proveedor a la pistola y cogió al muchacho a la fuerza y le pegó el tiro, a quemarropa y por la parte de abajo de cabeza”, dijo un habitante de la zona.

El joven fue trasladado a la Clínica Valle del Lili, donde a primera hora del domingo le diagnosticaron muerte cerebral y, posteriormente, fue desconectado del respirador artificial que lo mantenía con vida.

El padre de la víctima, Dagoberto Túquerres, dijo que la difícil decisión la tomó toda su familia al descartar alguna posibilidad de recuperación de Clisman.

“Hay mucho dolor en la comunidad y en la familia. Es algo devastador”, dijo Gilberto Zuleta, subdirector de Derechos Humanos de la Personería de Cali.

El funcionario añadió que la Personería Municipal actuará como garante para que se respete el buen término de la investigación y que hará llegar un concepto a la Procuraduría General de la Nación, pues “con la agresión no solo hubo un abuso de poder, sino una irregularidad en el servicio de funciones y protocolos de los miembros de la Fuerza Pública involucrados”.

Gilberto Zuleta dijo que la Personería le exige a la Policía el respeto de los protocolos cuando hay gente desarmada y menores de edad. “Seguiremos de cerca la investigación del caso. Ahora nos preocupa el impacto sicológico de quienes presenciaron el hecho, entre ellos muchos niños”.