Con el objetivo de medir la tasa promedia de afectación que ha causado el brote de la  COVID-19 en Colombia y calcular el número de infectados en condición asintomática y sintomática, se inició la semana pasada un estudio de seroprevalencia SARS-Cov2 en Cúcuta.

La ciudad fue el séptimo de los 10 destinos programados en el país, entre los que también se encuentran Barranquilla, Medellín, Bogotá, Cali, Bucaramanga y Villavicencio.

De manera articulada, el Instituto Nacional de Salud (INS), el Instituto Departamental de Salud (IDS), el Centro de Atención y Diagnóstico de Enfermedades Infecciosas (CDI) y la Secretaría de Salud, establecieron una ruta de acción en las comunas de la ciudad, del 13 al 20 de noviembre.

De acuerdo con el último balance entregado por la Alcaldía de Cúcuta, a la fecha se han tomado 812 de las 1.447 muestras de sangre, elegidas por el sistema de datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE).

Pese a esto, la participación de las personas seleccionadas por la estadística ha sido totalmente voluntaria, nunca obligatoria y sin ningún costo. 232 muestras fueron aplicadas el primer día; 214, el segundo; 249, el tercero y 117, el cuarto.

Todos ellos colombianos, debido a que el contexto fronterizo no permite conocer con exactitud la ubicación de los migrantes, y que estuvieran en un rango entre 5 y 80 años de edad, sin historial de enfermedades que complicaran la toma de sangre.

“Estamos a 635 muestras de la meta, es muy importante poder aportarle grandes avances al gremio de la salud para estudiar el virus y evaluar la posibilidad, entre otras cosas, de crear una vacuna para el territorio nacional”, declaró Ximena Sánchez, coordinadora de Respuesta COVID-19 de la Secretaría de Salud Municipal.

De encontrar pacientes sintomáticos en medio de la jornada en alguna vivienda, se tomarán inmediatamente pruebas confirmativas con el equipo asistencial.

La funcionaria agregó que, gran parte del éxito y rapidez del proceso ha sido gracias a la confianza comunitaria y la atenta participación de la ciudadanía.

(Gráfico: Karina Rodríguez / La Opinión).

Comunidad satisfecha

Arturo Duarte, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) del barrio Antonia Santos, ve este tipo de iniciativas con anhelo, porque le demuestra que “la administración realmente se ha tomado la tarea de cuidarnos”.

En su sector, los vecinos estuvieron satisfechos con el trabajo desarrollado y además agradecieron el despliegue de pruebas COVID-19 mediante hisopado nasofaríngeo en la Institución Educativa Eduardo Cote Lamus, de la que también se beneficiaron habitantes de barrios aledaños.

Por su parte, Juan Carlos Obregón, presidente de la JAC de Prados del Este, aprovechó la visita de los entes de salud pública al barrio el  sábado 14 de noviembre a las cinco casas favorecidas en el sector para expresar el sentir de los habitantes.

“Me parece muy importante que este tipo de actividades se hagan, porque nos ayudan a saber cómo estamos. En lo que no estoy de acuerdo, es con la forma de aplicar el muestreo. Antes de llegar a las casas el día de la prueba, se debería hacer una visita previa para conocer el terreno y determinar si es viable aplicarlo allí o no”, dijo el líder comunal.

Obregón explicó que una de las casas favorecidas en su sector se arrienda con frecuencia, por lo tanto, se encontraba vacía. Sin embargo, por iniciativa del líder social, fue atendida la familia de la casa próxima a la derecha, respetando el protocolo a seguir de los funcionarios.

Otros de los inconvenientes ha sido encontrarse con personas renuentes a ser atendidas por temor a contagiarse del invisible nuevo coronavirus.