La situación de seguridad de los líderes sociales del país cada día es más complicada y la subregión nortesantandereana del Catatumbo no es ajena a esta realidad, que ahora, según denunció el Movimiento por la Constituyente Popular (MCP), estaría teniendo como nuevo blanco de amenazas a los familiares de los defensores.

En una carta que se hizo pública esta semana, el MCP señala como principal responsable al Ejército de Liberación Nacional (Eln) y pide la atención de organizaciones defensoras de los derechos humanos, embajadas, gobierno nacional, entre otros, para que “emprendan una campaña de protección, activando todos los protocolos de seguridad, que permita salvaguardar la integridad física de nuestros líderes sociales”.

El movimiento señala que las amenazas han aumentado después de que uno de sus miembros (Juan de Jesús Peinado Mora) escapara de las manos de sus captores de esa guerrilla a mitad del mes anterior, por lo que la situación de inseguridad se trasladó “a miembros de nuestras familias como hermanos, hijos y nietos de la dirigencia regional y nacional”.

Los líderes del MCP reclaman el derecho como movimiento popular de existir como actor político y social “que ha contribuido a la defensa y desarrollo del territorio” e hicieron un llamado a las “organizaciones sociales del departamento de Norte de Santander a la unidad y la solidaridad para poder salvaguardar la vida de toda la dirigencia social en general”.

En agosto de este año, diferentes organizaciones sociales, comunales, junto a fundaciones y entidades públicas y privadas hicieron público un documento en el que plantearon siete mínimos humanitarios para garantizar la integridad y la vida de los catatumberos que nada tienen que ver con el conflicto, conformando la Mesa Humanitaria y de Construcción de Paz del Catatumbo.

Dicha propuesta ha tenido respuestas y señales de hacerlas respetar por parte de las disidencias de las Farc y del Ejército Popular de Liberación (Epl), respectivamente. La sociedad civil está a la espera de la respuesta del Eln y del mismo Gobierno Nacional, que a través del Ejército Nacional, es junto a esa guerilla son los principales actores armados en la región.

Frente a estas amenazas, el expresidente Ernesto Samper hizo un llamado para que se garantice dejar fuera del conflicto a la población civil.

“En este momento deberíamos convertir al Catatumbo en un referente especialmente para los temas humanitarios, es decir la protección de la protección civil que es lo que se  está intentando a través de la Mesa Humanitaria que coordina la Fundación Vivamos”, le dijo a La Opinión.

Para el mandatario colombiano entre 1990 y 1994, la situación del Catatumbo es muy compleja debido a que diferentes problemáticas convergen en una sola zona.

“Quizás en el Catatumbo como en ninguna otra región en el país de alguna manera se está reproduciendo el esquema de lo que fue el conflicto nacional antes de la firma de los acuerdos de La Habana ya que están convergiendo actores legales e ilegales, hay presencia de narcotráfico, migrantes, conflictos de tierras”, puntualizó.

En agosto de este año la Defensoría del Pueblo había emitido una alerta temprana donde advertía del riesgo que están corriendo en los municipios del Catatumbo los líderes sociales y defensores de derechos humanos. Un total de ocho muertes documentadas este año convierten al departamento en el segundo más peligro del país para ejercer estas labores, detrás de Nariño.