Hablar de las cifras estadísticas de los diferentes delitos que se cometen en Cúcuta y el área metropolitana causa escozor entre algunos representantes de diferentes entidades de la capital nortesantandereana. 
 
Ese computo que llevan tanto las autoridades policiales y judiciales como las civiles, se convierte en una bandera para mostrar  un ‘coco’ que asusta, pues refleja lo que está sucediendo en la ciudad y municipios aledaños, dejando en el ambiente una sensación de inseguridad.

Pero además, esos datos sirven para que tanto Policía, Fiscalía, alcaldías y Gobernación comiencen a trazarse metas para disminuir los altos índices de los delitos como homicidio, que hasta las 6:00 p.m. del 22 de octubre sumaban 203 solo en Cúcuta; o hurtos, en todas sus modalidades, alcanzaban las 7.857 denuncias.

Pero también están las cifras de lesiones personales, violencia intrafamiliar, secuestro y extorsión, entre otros delitos.

Precisamente, cuando las autoridades o las administraciones municipales revelan todas esas cifras, surgen algunas inquietudes, tales como: ¿Cómo se hacen esas mediciones? ¿De dónde salen las cifras? ¿Los datos estadísticos son reales o maquillados? ¿Eso es un subregistro de los hechos que verdaderamente suceden? ¿Quién vigila esas estadísticas? ¿Para qué sirven esos datos?

Los datos y su análisis 

Mario Zambrano, director del programa Cúcuta Cómo Vamos, aseguró que esas cifras estadísticas son muy importantes porque es una forma efectiva de hacerle seguimiento a lo que está pasando en Cúcuta y el área metropolitana, en cuanto a la seguridad. “Es un monitoreo para saber qué tan efectivas pueden ser las políticas, estrategias o medidas tomadas por las alcaldías en alianza con la Policía y así saber si se reducen o no los delitos y sus efectos”.

Añadió: “eso también es un monitoreo de las administraciones municipales para saber si están haciendo las cosas bien o no. Esos datos sirven para comparar periodos iguales y así saber si hay una reducción o aumento significativo”.

Y efectivamente, John Anzola, politólogo, máster en ciencia política y exsubsecretario de Seguridad de Cúcuta, aseguró que esas estadísticas son muy importantes para cualquier alcaldía, “porque a partir de eso los mandatarios pueden tomar decisiones, pues así se puede ver cómo va la seguridad en la ciudad y confronta la realidad que se está viviendo, aunque las cifras no son la última palabra porque hay mucho subregistro porque la gente no denuncia por pereza o por miedo”.

El exfuncionario también consideró que los datos son fundamentales para trazarse metas, especialmente para disminuirlos los altos índices delincuenciales.

“Precisamente, junto con la anterior secretaria de Seguridad tratamos de implementar un boletín mensual de esas estadísticas para hacer una evaluación y seguimiento de lo que sucedía en Cúcuta, que es lo primordial en cualquier alcaldía y los gobiernos anteriores no lo hicieron”, precisó Anzola.

A su juicio, en Cúcuta es clara la necesidad de tener una oficina de análisis de información y observatorio del delito para que no dependan de nadie y puedan tener una realidad latente.

Respecto a qué tan certeras son las cifras que se manejan en cada uno de los delitos, Anzola explica que los homicidios  que son muy difíciles de ocultar, pero asegura que en algunos casos hay dudas sobre el manejo de los muertos en zona de frontera. “Ahí sí hay una preocupación porque no hay acompañamiento de Personería o Defensoría para determinar si el muerto realmente está en territorio colombiano y si debe ser contabilizado en las estadísticas”. 

Mario Zambrano también es consciente de que el homicidio es un delito que está bien medido porque los hechos son tangibles, pero los robos, extorsiones, secuestros, lesiones o violencia intrafamiliar, entre otros delitos, son cifras que se dan por las denuncias, “entonces eso podríamos decir que es un subregistro. Lo que uno muestra en Cúcuta Cómo Vamos, es que muchas personas que son víctimas de uno de estos delitos no lo denuncian, eso lleva a no dimensionar qué tan grave puede ser el problema. La percepción de seguridad está más afectado por el robo”.

Para Zambrano, a la Secretaria de Seguridad Municipal le falta mucha autonomía para el manejo de esas cifras estadísticas. “A los boletines les falta constancia y el hecho de que que no exista un sistema de información claro, puede llevar a que se genere una situación de incertidumbre que dificulte las acciones de la administración”.

El director de Cúcuta Cómo Vamos manifestó que sería pertinente consolidar un sistema de información y plantearlo en el Plan de Desarrollo. “Es importante articularlo con las universidades o con un centro de estudios para que haga ese seguimiento a los datos que van asociados a la seguridad”. 

No son manipulables

El coronel José Luis Palomino, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), aseguró que las estadísticas que manejan son imposibles de manipular o borrar.

“Nosotros todos los datos que mostramos están basados en hechos reales, porque existe una víctima que pone una denuncia y a partir de ahí se comienzan a generar las cifras. Además, los muertos son reales y todos llegan a Medicina Legal”, señaló el oficial.

El alto mando policial indicó que a nivel nacional tienen el Sistema de Información Estadística Delincuencial, Contravensional y Operativo (Siedco). “Cuando los datos entran ahí es porque tenemos una noticia criminal que sale de la denuncia y esto es cruzado con varias entidades como Fiscalía, CTI, Inpec, Registraduría y Policía, por medio del Sistema Penal, Oral Acusatorio (Spoa).

Efectivamente el coronel Palomino argumentó que a partir de esas estadísticas se generan las estrategias de seguridad para aplicar en los sitios donde están disparados los delitos y trazar los planes operativos.

“Nosotros hemos generado tanta confianza que por eso ahora la gente denuncia más y no tolera que se cometan delitos como la violencia intrafamiliar, ante eso ya se puede poner las denuncias por medio de internet”, manifestó el oficial.

Ante todo esto, el coronel Palomino aclaró que esas cifras revelan el trabajo que viene haciendo la Policía con la Fiscalía y la Alcaldía para frenar los delitos que más afectan la seguridad ciudadana y que en ningún momento han querido escoder o maquillar lo que esta pasando.