En medio de las cuarentenas obligatorias por las que tuvieron que pasar los colombianos debido al coronavirus, la mayoría de ciudadanos pensó que este sería el momento propicio para que la violencia y la inseguridad disminuyeran, pero en Cúcuta ocurrió todo lo contrario.

“No podemos sentirnos seguros al salir. Si sentimos una moto detrás de nosotros caminamos más rápido o simplemente nos paralizamos pensando que puede ser algún ladrón o que nos van a matar”, dijo un vecino de la comuna 1, quien aseguró que meses atrás fue víctima de amenazas por parte de algunos jíbaros, ya que descubrió quiénes eran los expendedores de droga en su sector.

Y es que el microtráfico de estupefacientes se ha convertido en el dolor de cabeza para los habitantes de los barrios El Páramo, El Contento, La Playa y demás sectores céntricos de la ciudad. Este problema viene acompañado de robos y la presencia constante de habitantes de calle.

Crece la inseguridad en Alto y Bajo Pamplonita “Hay mucho ladronismo y muchas personas sospechosas. Por el Parque Lineal es donde más se reúne esta gente y nosotros ya hemos pedido apoyo policial y le hemos sugerido a la Alcaldía que mejore las cámaras de seguridad y estén más pendientes”, manifestó Pedro Castellanos, presidente de la Junta Administradora Local (JAL) de la Comuna 1.

Desde la Secretaría de Seguridad Ciudadana han informado que, en conjunto con la Policía Nacional, adelantan diferentes intervenciones en los Territorios de Alta Complejidad (TAC), a fin de contrarrestar los delitos de hurto, homicidio y tráfico local de estupefacientes.

Intervienen espacios públicos complejos de Cúcuta “Seguimos en la recuperación de las denominadas ‘zonas de miedo’, con el trabajo mancomunado entre la administración y la comunidad, con la que vamos a generar la confianza que solicitan para que las personas puedan recuperar estos espacios”, señaló Alejandro Martínez, secretario de Seguridad de Cúcuta. 

Fiestas clandestinas 

La Opinión recibió también algunas quejas de habitantes de los barrios El Páramo y El Contento, quienes señalan que, en varias casas del sector donde residen ciudadanos venezolanos se están generando fiestas clandestinas sin ningún tipo de control.

“Sabemos que son venezolanos por el acento y porque es gente que alquila piezas por días o que ya llevan bastante viviendo en algunas casas del barrio. Lo que nos molesta es que ponen la música hasta altas horas de la noche y si uno reclama lo insultan y hasta lo amenazan”, dijo una de las vecinas de El Páramo.

La comunidad alega que, a pesar de los constantes patrullajes de la Policía, aún falta mayor control para quienes se pasan por encima las reglas y los derechos de otros.

Continúan los atracos en el área metropolitana de Cúcuta “Son personas iguales a nosotros, pero si quieren hacer una fiesta que la hagan moderadamente y se comporten bien, porque no estamos diciendo que todos los venezolanos son iguales, pero por uno pagan todos”, añadió otra vecina.

El secretario de Seguridad explicó que, por parte del Grupo Especial Migratorio (GEM), compuesto por Migración Colombia, la Policía Metropolitana de Cúcuta y las diferentes secretarías de la Alcaldía de Cúcuta, se encuentran adelantando operativos por distintos puntos de la ciudad, con el objetivo de ejercer controles migratorios. 

La invitación por parte de las autoridades es para que los ciudadanos denuncien cualquier acto delincuencial, pues el objetivo es trabajar articuladamente con la comunidad, garantizando su seguridad integral y evitar que se presenten más hurtos, además de dar con la ubicación de las ollas clandestinas dedicadas a la venta de drogas.