Los balances de decesos y contagios se agravan en Estados Unidos, América Latina y el sur de Asia, donde se están reinstaurando confinamientos, mientras España, uno de los países más enlutados por el nuevo coronavirus, rindió el jueves un homenaje a sus muertos.

Martirizada por la pandemia, España recordó a las víctimas del coronavirus en una solemne ceremonia de Estado en presencia de dirigentes europeos y de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El acto estuvo presidido por el rey Felipe VI, quien se dirigió a los familiares de los fallecidos para decirles que "no están solos en su dolor".

"Es un dolor que compartimos, su duelo es el nuestro", aseguró.

"Hoy, simbólicamente, nos despedimos de madres, padres, hijos, hermanos, amigos; tomamos sus manos, acariciamos sus mejillas, besamos su frente, registramos en nuestro corazón su mirada", dijo durante la ceremonia Hernando Calleja, hermano de José María Calleja, un conocido periodista español fallecido en abril por coronavirus.

España, séptimo país del mundo con más decesos por COVID-19 con 28.400 fallecidos, está viviendo en los últimos días un repunte en los contagios, entre ellos uno en la zona de Lérida, en Cataluña, cuyas autoridades ordenaron el confinamiento de 160.000 personas.

Y no es el único caso. Diversos países están volviendo a imponer restricciones para frenar la propagación, como Alemania, que quiere se prepara para una posible segunda ola y desea instaurar "prohibiciones de salida" en zonas geográficas limitadas, o Francia, donde la mascarilla en lugares públicos cerrados va a ser obligatoria a partir de la semana que viene.

Salvar a 40.000 personas 

 Los asistentes se sientan alrededor de un caldero durante una ceremonia estatal para honrar a las 28.400 víctimas de la crisis del coronavirus, así como a los servidores públicos que han estado luchando en primera línea contra la pandemia en España
 

La pandemia, que ha causado más de 584.000 muertes y más de 13,5 millones de contagios en todo el mundo, según un recuento de la AFP basado en fuentes oficiales, está avanzando sin pausa en Estados Unidos, Brasil e India. 

Estados Unidos es de lejos el país más golpeado por el virus, con más de 137.000 decesos y cerca de 3,5 millones de casos. Son números oficiales que para muchos están muy por debajo de los reales. Los récords se suceden (67.600 en las últimas 24 horas) y si se mantiene esta tendencia, el balance de muertos podría superar los 150.000 en agosto, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Investigadores sostienen, sin embargo, que si se generaliza el uso de mascarillas se podría llegar a salvar la vida a 40.000 personas de aquí a noviembre. 

En la triste lista de los países más afectados, Brasil ocupa el segundo lugar, con más de 75.300 muertos y casi 2 millones de casos. Sao Paulo y Rio de Janeiro, en el sureste, registran el mayor número de contaminaciones, pero se está observando un aumento de casos en los estados que están aún más al sur.

"El número de contaminaciones seguirá aumentando hasta octubre-noviembre, con fluctuaciones", dijo recientemente a la AFP Domingos Alves, de Universidad de Medicina de Riberao Preto. 

Los estados amazónicos del norte, territorios de muchos pueblos indígenas con débiles defensas inmunitarias, también están en primera línea.

En toda América Latina y el Caribe se superaron el miércoles los 150.000 fallecidos por coronavirus, según el recuento de la AFP. Es ya la segunda región más enlutada del mundo, por detrás de Europa (204.036 fallecidos).

Perú, el segundo país latinoamericano con más casos, alcanzó el miércoles un récord de más de 12.000 pacientes hospitalizados.

El país andino, que avanza en un proceso gradual de desconfinamiento tras más de 100 días de cuarentena obligatoria, suma más de 12.400 decesos y más de 337.700 casos.

Argentina, por su parte, superó los 2.000 muertos por COVID-19 en medio del confinamiento del Área Metropolitana de Buenos Aires, foco del 90% de los contagios.

En Venezuela, donde el gobierno reforzó el confinamiento en Caracas y el estado de Miranda, que incluye parte de la capital, las instalaciones del Poliedro de Caracas, el centro de espectáculos más importante del país, serán habilitadas para la atención de pacientes de COVID-19.

"Tragedia en el sur de Asia"

 Los sepultureros que usan equipo de protección personal (PPE) llevan el ataúd de una víctima de coronavirus COVID-19 durante un entierro en un cementerio en Banda Aceh - Indonesia.
 

En otras partes del mundo, el virus tampoco da tregua y las medidas de reconfinamiento están al orden del día.

En India, los 125 millones de habitantes del estado de Bihar, en el norte, tienen que respetar un nuevo confinamiento a partir de este jueves debido a la multiplicación de los casos virales.

Este inmenso país, quinta economía mundial y segundo país más poblado del planeta con 1.300 millones de habitantes, roza el millón de casos confirmados de coronavirus.

Bihar, un estado pobre, estará confinado en principio 15 días. Al sur, en la gran ciudad de Bangalore y su periferia, donde viven 13 millones de personas, el confinamiento entró en vigor el miércoles por una semana.

El sur de Asia parece convertirse en el nuevo epicentro de la pandemia, según la Federación internacional de las sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC).

"Mientras el mundo mira hacia Estados Unidos y América Latina, una tragedia humana similar emerge rápidamente en el sur de Asia", dijo en un comunicado John Fleming, responsable regional de la IFRC.