La crisis de la COVID-19 ha impuesto grandes retos a la economía nacional y el sector de la construcción no ha sido la excepción.

El ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio, Jonathan Malagón, destacó que en línea con los desafíos impuestos por la emergencia, el paquete de medidas para reactivar al sector está dando resultados.

Malagón reveló que tras la implementación de los protocolos de bioseguridad para reiniciar los proyectos de vivienda, de 2.605 obras que estaban frenadas antes del 27 de abril, el 95 % ya comenzó trabajos. Además, entre otras iniciativas para impulsar la demanda destacó la ampliación de la vigencia de las licencias, la reapertura de las salas de ventas con cita previa y la certificación de trabajo en alturas.

Por el lado de la demanda, el ministro recordó el paquete de 200.000 subsidios para vivienda de interés social (VIS) y de rangos medio (No VIS), el alivio financiero a 659.000 créditos hipotecarios que han accedido a periodos de gracia, la protección a los beneficiarios de los subsidios del Gobierno y el decreto de arrendamientos, que ya registró 61 % de acuerdos a los afectados por la emergencia.

Malagón destacó la autorización de los permisos para remodelaciones y trasteos, y el anuncio de la hipoteca inversa.

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Aunque ha sido polémica la medida busca que los propietarios mayores de 65 años pueden tener un ingreso complementario a través de su vivienda.

Luis Fernando Henao, el exministro de Vivienda, dijo que a raíz de las medidas tomadas por el Gobierno, la vivienda es un patrimonio en el que vale la pena invertir. Además, instó a los alcaldes a habilitar suelo para reforzar la reactivación.

Por su parte, el decano de la Escuela de Economía de EAFIT, César Tamayo, explicó que el trabajo de la cartera de vivienda ha sido determinante en un escenario adverso, que llegó cuando el sector iba en alza, y agregó que en los municipios es clave impulsar los POT.