La situación de embudo que se ha generado en el sector de La Parada, en Villa del Rosario, por el retorno de miles de venezolanos hacia su país de origen, encendió las alarmas de las autoridades en la región porque se puede convertir en un foco de contagio masivo de la COVID-19 y puede agudizar la crisis que se ha intentado contener en la región.

Este represamiento surge por la demora en los controles del lado venezolano para el ingreso de los connacionales a su territorio.

Esta situación fue expuesta por el gobernador Silvano Serrano Guerrero, en el desarrollo de la plenaria de la Comisión Segunda del Senado de la República, en donde tuvieron asiento el ministro de Salud, Fernando Ruiz Gómez, y los gobernadores de los departamentos fronterizos como Nariño, Arauca, Amazonas, Putumayo y La Guajira.

“Necesitamos que el Ministerio de Salud nos acompañe de una mejor forma en la atención de este tema fronterizo, porque somos conscientes que debemos estar preparados ante cualquier contingencia con los venezolanos que están llegando desde cualquier parte del continente y del interior del país”, sostuvo el mandatario.

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 Y es que, para el gobernador, esta situación podría disparar las cifras de casos positivos en Norte de Santander, que a la fecha supera los 130 contagios en 13 municipios.

Por ello, reiteró al Ministro de Salud que los esfuerzos del Gobierno nacional en contener esta situación deben redoblarse en los departamentos fronterizos donde existe “un altísimo riesgo”.

Dentro de las solicitudes hechas por el mandatario regional, se destaca la necesidad de girar recursos para la expansión de la infraestructura en los hospitales Emiro Quintero Cañizares de Ocaña; San Juan de Dios, de Pamplona y Erasmo Meoz, en Cúcuta.

Otro de los aspectos expuestos por el mandatario  fue sobre la posibilidad de beneficiar a las regiones de fronteras con un mayor número de ventiladores.