El gesto de los soldados que hacen presencia en el Catatumbo, donde también merodean bandas criminales y grupos armados ilegales, definitivamente caló a lo más profundo del corazón de los campesinos humildes de esa convulsionada región.

Ellos, desprendidos de cualquier interés más que el de ayudar a las familias de veredas apartadas de las ciudades, afectadas por el duro confinamiento al que las tiene sometidas la pandemia del coronavirus, le han puesto una nota alta a la crisis al cederles a ellas parte de sus raciones alimentarias.

El gesto lo vienen haciendo casi desde el inicio de la cuarentena y se ha ido extendiendo a las veredas más recónditas del municipio de Tibú, en el corazón del Catatumbo.

El comandante del Batallón de Ingenieros No. 30, teniente coronel Wilson Eduardo Martínez, expresó que los soldados de los distintos pelotones, conscientes de la crisis que se vive por culpa de la pandemia y de las múltiples necesidades en materia alimentaria en las familias del sector rural, decidieron de manera voluntaria disponer de sus víveres y raciones para llevarles pequeños mercados. Es algo que reciben con gran cariño y agradecimiento, dice el oficial.

Cada uno de los soldados aparta lo que quiere donar a los campesinos y durante los recorridos se entregan de manera personal.

La ayuda ya la han disfrutado en las veredas La 10, La 4, Mecatur, Serpentino, sector de barrio Largo y en el mismo casco urbano de Tibú, donde el batallón ha visto el agradecimiento de la comunidad por nuestras tareas de vigilancia y seguridad, dice Martínez.

Pero además de las ayudas alimentarias, “también hemos acudido a las empresas e instituciones de la región para recolectar elementos de bioseguridad, como tapabocas y desinfectantes, que llevamos a las familias más necesitadas del Catatumbo. Muchos en el sector rural no tienen como comprar un tapaboca y menos desinfectante, por eso consideramos apenas oportuno que nosotros podamos ayudarles con eso”, dijo el oficial.

Hay un compromiso sembrado que cada día que pasa de la cuarentena se consolida entre los batallones y eso ha propiciado que la relación ejército-comunidad, incluso con otras actividades como la que está programada para el próximo domingo Día de la Madre.

Martínez dijo que ya son varios años cumpliendo con esta misión, que consiste en darles una serenata a las mamás de algún municipio del Catatumbo y que este año se cumplirá en Tibú.

“Es la oportunidad de llevarles felicidad a través de la música a las mamitas del municipio”, dijo Martínez.