El comercio de Cúcuta empieza a ver la luz con la apertura de la venta de insumos para la construcción y las manufacturas. Esta reactivación les permitirá a las ferreterías, ventas de suministros eléctricos, pintura, entre otros, y tener flujo de caja luego de más de un mes.

Dentro de las medidas tomadas por el Gobierno Nacional para la reactivación de los sectores de la construcción y las manufacturas, y que empezaron a regir el lunes de esta semana, se permite la venta de insumos para este tipo de labores.

Ayer, la calle 12 entre avenidas octava y novena tuvo vida luego de más de un mes de aislamiento obligatorio en el que los comercios del sector se vieron afectados con el 100 % de parálisis de su operación.

Actualmente solo un 60 % de los locales están funcionando, la mayoría a puerta cerrada, aunque algunos están atendiendo público.

Sin embargo, en el sector abunda la desinformación y el miedo a recibir sanciones o multas por parte de la Policía Nacional. Esto debido a que muchos aseguran que la Alcaldía de Cúcuta no les ha otorgado los permisos de funcionamiento respectivos.

Este es el caso de Óscar Manrique, dueño de un local de suministros eléctricos, que aseguró que la administración municipal aún no les contesta el correo a través del cual le dieron a conocer las medidas de bioseguridad que están implementando en su negocio.

“Aún no hemos tenido respuesta, estamos trabajando sin el permiso pero necesitamos ingresos para poder cubrir nóminas y los gastos operativos”, manifestó Manrique.

Durante el aislamiento obligatorio los comerciantes del sector tuvieron pérdidas del 100 %, y aunque en los primeros días de reapertura han llegado clientes, las expectativas es que con la reactivación de las grandes obras la próxima semana las ventas se disparen.

Según Coordenada Urbana, la base de datos de Camacol, a finales de febrero en el área metropolitana de Cúcuta había alrededor de 75 proyectos en etapa de construcción.

Incluso esta cifra podría ser mayor si se agregan las de empresas formales que no están afiliadas al gremio de constructores, y las obras informales.

Un mes gris

Los comerciantes del sector han implementado canales digitales de ventas en redes sociales, para tener movimiento de ventas durante el aislamiento obligatorio.

Sin embargo, Manrique aseguró que las ventas no son suficientes porque en su actividad los clientes prefieren ver el producto y analizar sus cualidades.

Andrea Castro, comerciante de la zona, dijo que ha sido difícil retomar porque aunque tienen altas expectativas, las prioridades de los consumidores hoy están enfocadas a los productos de primera necesidad. “Nuestras ventas cayeron cerca de un 95 % y eran mínimo de entre $2 y $3 millones. Dentro de las medidas que hemos tomado está en repartir los turnos entre los empleados para no tener que despedir a nadie, pero no sabemos hasta cuándo podamos soportarlo”, indicó. 

Por su parte, Óscar Quiroga, también comerciante de la zona, dijo que aunque abren parcialmente por la necesidad de ventas y por ser proveedores del sector de la construcción, ha faltado información de parte de la Alcaldía de los trámites que tienen que seguir para comprobar que cumplen con los protocolos de seguridad determinados por el Gobierno.

Habla la Alcaldía

El secretario de Desarrollo Económico del municipio, Sergio Maldonado, aseguró que la Alcaldía no entrega ningún certificado de apertura, sino que hace un control y vigilancia de los protocolos de bioseguridad para los sectores exceptuados dentro del Decreto 593.

“La Alcaldía define la validación del cumplimiento de estos protocolos, a través de una información que los empresarios tienen que enviarnos a un correo que hemos dispuesto para esta actividad”, explicó Maldonado.

El funcionario agregó que cumpliendo la entrega de esa información y de unos formatos que ponen a disposición las Aseguradores de Riesgos Laborales (ARL) se evidencia que la empresa cumple con los protocolos definidos por el Gobierno Nacional.

Los negocios que no tienen esta validación de los protocolos de bioseguridad y tengan sus puertas abiertas pueden ser sancionados a través del Código de Policía. “Las ferreterías no pueden atender al público, solo pueden despachar pedidos a las obras que estén aprobadas”, aseguró.

Maldonado agregó que habrá un seguimiento por parte de la Policía para que se cumplan estas medidas y que no haya atención al público por parte de empresas que no tengan aprobados sus protocolos de bioseguridad.

“Los canales de ventas habilitados son las plataformas digitales, por redes sociales, por teléfono y por domicilio”, puntualizó el funcionario.