Garbiñe Muguruza aseguró que ríe "por dentro" pese a la decepción por perder la final del Abierto de Australia este sábado frente a la estadounidense Sofia Kenin.

La española nacida en Caracas hace 26 años afrontó este torneo sin ser cabeza de serie en un Grand Slam desde 2014, aunque recuperó buena parte de su nivel que le llevó a ganar Roland Garros (2016) y Wimbledon (2017) y, sobre todo, dejar atrás la mala racha de resultados de los últimos 18 meses, que le habían llevado a caer al número 36 del ránking mundial después de ganar un sólo partido en el segundo semestre de 2019.

Kenin derrotó a Muguruza por 4-6, 6-2 y 6-2 para lograr su primer torneo del Grand Slam.

"Ahora mismo es duro poner una sonrisa, pero estoy riendo por dentro", declaró la española en conferencia de prensa.

Con su resultado en Australia, Muguruza ascenderá este lunes al número 16 de la clasificación WTA, lejos aún del número 1 que llegó a ocupar en 2017.

Muguruza declaró que siente que los medios le trataron injustamente durante ese periodo. "Me lo estoy tomando con calma después de estos dos años (...) Los medios de comunicación han sido duros conmigo", criticó.

"No leo demasiadas cosas, pero siento que la gente... Hoy la gente dirá cosas muy buenas sobre mí, y la semana próxima malas si pierdo", añadió.

Muguruza, no obstante, no se atrevió a decir si su buen torneo en Melbourne significa su regreso a la élite.

"¿De vuelta? Ok. Si la gente lo ve así es porque es una final de Grand Slam, tiene sentido. Pero siento que estuve jugando muchos torneos. Estuve en las canchas, chicos. ¡No desaparecí!", reivindicó.

En la final, Muguruza cometió ocho dobles faltas, la última de ellas en el último punto del partido, el que acabó dando la final a su rival, pero la española no quiso lamentarse. "Trato de tener una buena perspectiva y no ser demasiado dramáticos".

"Ok, perdí el partido. Era importante, pero... ¡Hey, estuve acá! Me di la oportunidad de estar en la final. Cuando eres consciente de eso, te tranquilizas un poco", concluyó.