Las autoridades están tras la pista de las causas y responsables de Carlos Yair Pachón Casadiego, Miguel Ángel Quiñónez Manrique y Breiner Amaya, quienes fueron amarrados y baleados en la parte trasera de la camioneta Chevrolet D-max de placas A65AU6V, color negra.

Las primeras pesquisas de las autoridades en el departamento, indican que presuntamente Quiñónez Manrique iba constantemente al corregimiento La Gabarra, al parecer, a comercializar autopartes de motocicletas y vehículos robados. Asimismo, compraba droga para traerla a Cúcuta.

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Estas versiones son investigadas por las autoridades que le siguen el rastro de manera rigurosa a este hecho, para determinar las hipótesis que hay detrás de este macabro crimen.

Quiñónez tenía tres anotaciones judiciales por los delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, homicidio y porte ilegal de armas.

Se presume que, además, determinaba que se cometieran homicidios selectivos en los barrios Toledo Plata y Simón Bolívar, en Cúcuta.

Las autoridades consideran que Quiñónez era el cabecilla de una red de narcotráfico que mantenía su fortín en Cúcuta, con alianzas en el Catatumbo.

La masacre podría ser producto de un ajuste de cuentas por temas de narcotráfico. Extraoficialmente se rumoró que las víctimas fueron citadas a esta zona del Catatumbo por miembros del Ejército de Liberación Nacional (Eln) o de las disidencias de las Farc.

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En este sector donde ocurrió la masacre hay presencia del frente Luis Enrique León Guerra del Eln, bajo el mando de un hombre conocido como David; asimismo, las disidencias de las Farc, comandadas por alias James.

Los dolientes de Quiñónez se abstuvieron de entregar declaraciones a los medios de comunicación.