Ferrari debe “mejorar 360 grados” en 2020 ya que, para ganar actualmente en la Fórmula 1, “hay que ser perfecto”, consideró el jefe de la Scuderia, Mattia Binotto, en su balance de la temporada 2019.

“No estamos frente a un solo desafío, sino varios, como el rendimiento de nuestro monoplaza, su fiabilidad, la estrategia, los pilotos”, detalló el italiano.

2019 “ha sido una temporada moderada y no hemos estado a la altura de nuestras ambiciones” (segundo en la clasificación de constructores a 235 puntos de Mercedes, cuarto y quinto en la tabla de pilotos), valoró por su parte el director general de Ferrari, Louis Camilleri.

De todas maneras, este último mantiene su apoyo al equipo establecido, asegurando que “tenemos el talento y el liderazgo que necesitamos”.

Ambos dirigentes reconocieron “errores” en muchas áreas: fiabilidad, estrategia, gestión de los pilotos, errores de los propios pilotos o durante las paradas en boxes.

Binotto recordó que Ferrari inició la temporada convencido de tener “una ventaja de rendimiento neta sobre la competencia” a la vista de su dominio en los ensayos invernales.

“Nos llevó quizás cuatro o cinco carreras entender que nuestro vehículo no era el más rápido. Quizás nuestro primer fallo fue que no fuimos capaces de detectar la debilidad”, confió el ingeniero, antes de destacar la “respuesta positiva en la segunda parte de la temporada”.

“Redujimos sustancialmente la brecha pero todavía existe y es un punto en el que trabajar el próximo año”, apuntó Camilleri.

La presentación del nuevo monoplaza de Ferrari tendrá lugar el próximo 11 de febrero, antes de los test invernales en Barcelona.

“No teníamos el mejor monoplaza en 2019, por lo que no somos favoritos. Nos situamos como aspirantes”, destacó el italiano.