“Estamos convencidos que el doctor Cely Barajas no conocía de los fines perseguidos por la exsenadora Merlano”. La frase es de un comunicado emitido por la firma de abogados Soto & Ramírez, que asumió la defensa del teniente coronel Javier Guillermo Cely Barajas, el dentista que presuntamente atendió a la prófuga de la justicia del partido Conservador Aida Merlano. 

La misiva viene firmada por William Soto Angarita y Sergio Ramírez Mantilla, quienes aseguran que el militar retirado, supuestamente, le pidió a la Fiscalía ser escuchado “en ampliación de entrevista o declaración jurada”. 

Lea además Javier Cely, el odontólogo que ayudó a Merlano es militar retirado

Dicha solicitud busca, al parecer, explicar algunas “circunstancias de tiempo, modo y lugar en el que conoció a la exsenadora” y precisará, según Soto y Ramírez, que él no era el arrendatario del consultorio “sino un prestador de servicios profesionales como rehabilitador oral”. 

Añaden los abogados que tienen evidencias con las que buscan demostrar que Cely Barajas no era la persona encargada de programar las citas de los pacientes. 

En otro de los párrafos se lee que le piden a la ciudadanía “dejar de lado las suposiciones y conjeturas para así respetar el buen nombre y la presunción de inocencia de nuestro defendido”. 

En el comunicado de seis puntos, sin embargo, no explican el por qué, antes de que Merlano saltara al vacío, su cliente la despide de un fuerte abrazo y le ayuda a organizar algunas cosas previas a su fuga, como consta en el video que fue grabado de una cámara de seguridad ubicada en la parte de afuera del consultorio. 

Vea Imágenes de Aída Merlano dentro del consultorio, antes de su fuga

Desde un primer momento las sospechas recayeron sobre el odontólogo y quien lanzó la teoría de una presunta complicidad fue el general William Ruiz, quien fue retirado de la dirección del Inpec, entidad que camina a una liquidación conforme lo anunció este jueves la ministra de Justicia, Margarita Cabello.