Los hurtos en todos los sectores de Cúcuta parecieran una cadena sin fin en la que cada día se suman más víctimas de todos los estratos. 

Muy por encima de lo que piensa el comandante de Policía de Cúcuta, coronel José Luis Palomino, quien afirmó que no se han incrementado, para los vecinos y líderes comunales la ciudad atraviesa uno de sus momentos más críticos en materia de seguridad, por culpa de los hurtos.

“Nos están robando en la puerta de nuestras casas, en las narices de la Policía, y a las autoridades pareciera no importarles”, coincidieron en señalar líderes comunales entrevistados por La Opinión para conocer cómo se está moviendo este delito en sus barrios.

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Los comunales afirmaron que hay bandas que se movilizan en moto a plena luz del día, dedicadas exclusivamente al hurto de celulares y motocicletas.

Casos como el ocurrido el miércoles pasado, en Torcoroma III, mientras a Ana Dolores* la despojaron de su moto cuando arribaba a su casa a las 10:15 de la noche, o el de Rubén Mejía, quien fue despojado de sus pertenencias cuando se movilizaba por los alrededores del parque Quinta Oriental, son atribuidos a desconocidos que dan sus golpes con armas de fuego.

“A mí me tocó darles todo lo que llevaba en mi billetera porque si no me pegaban un tiro, esa fue la amenaza que me hicieron los ladrones”, relató Mejía.

A la pregunta de si consideraba que la seguridad en Cúcuta se había desmejorado, el secretario de Seguridad del municipio, Mauricio Franco, contrario a lo que piensa el comandante de Policía dijo que en algunas comunas fue necesario reforzar la vigilancia. “No podemos negar que hay un aumento del hurto a personas del 25 por ciento”, afirmó el funcionario.

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La Opinión conoció que por orden expresa del comandante de Policía se reforzó la vigilancia en varias comunas en las que este delito se incrementó en los últimos meses.

Palomino asegura que ahora los hurtos se visibilizan más por las redes sociales. Agregó que no hay que olvidar que esta es una ciudad de 680.000 habitantes y de 40.000 ciudadanos venezolanos pendulares (que entran y salen a diario de Cúcuta), 10.000 de los cuales vienen a reclamar sus remesas y a comprar alimentos.

Yo invito a los ciudadanos a que no satanicemos a Cúcuta (bajo el argumento de que se volvió insegura por los hurtos).

Según la estadística que lleva la Policía, hasta septiembre se habían reportado 4.043 hurtos, 70 más que los ocurridos en 2018. En cuanto a homicidios, los registros están igual que el mismo periodo de 2018: 199 casos.

Así está el delito en las comunas

Comuna 1

La comunidad del barrio El Callejón denunció que en la zona de la calle primera sobre las avenidas octava y diez hay un grupo de alrededor de 40 personas que “atracan a diario y venden droga”. 

Comuna 2

Vecinos de Los Acacios  afirmaron que en la zona se han presentado hurtos de celulares, bicicletas y partes de vehículos. Pese a ello, la ciudadanía  agradece la presencia de los uniformados del CAI de Ciudad Jardín.

Comuna 6

Habitantes del barrio Camilo Daza reiteraron que llevan un año sin  que se presenten asesinatos,  pero el hurto de celulares se da con frecuencia.  Ello aumenta porque, según afirmaron, hay una pareja que se transporta en una motocicleta y roba a mano armada.

Comuna 7

En Cecilia Castro la ciudadanía lamentó el aumento de hurtos, los cuales son más difíciles de combatir debido al poco número de uniformados. “Es muy poco personal el del cuadrante para combatir el robo”.

Comuna 8

Mientras tanto, en el barrio Doña Nidia los habitantes del sector  resaltan la ayuda de la red de cuadrantes. No obstante denuncian que hacen falta más uniformados. Sobre los hurtos afirmaron que es una situación que se presenta en la zona de forma periódica: “esta mañana estaban atracando un supermercado,  pero nadie denuncia porque creen que los van a ‘echar al agua’ (a delatar).

Comuna 9

Por su parte la comunidad de la  Divina Pastora denunció que la situación allí es tremenda por el reiterado hurto de celulares.

Comuna 10

Por último, en el barrio Cuberos Niño, la ciudadanía denuncia los constantes hurtos en un caño  de la zona. “En el canal no se puede transitar porque o lo roban o lo apuñalan con navaja”.