No convocado para los dos últimos encuentros amistosos de su equipo, el extremo del Real Madrid Gareth Bale ha sido de nuevo descartado por Zinédine Zidane del equipo que se enfrentará este miércoles al Salzburgo en Austria.
   
Sin prácticamente ya relación con su entrenador, Bale sólo ha jugado dos de los cinco partidos de preparación de su club, como sustituto contra el Arsenal y el Atlético de Madrid.
   
Zidane ha mostrado claramente que Bale, de 30 años, no entra en sus planes, dentro de su intención de rejuvenecer a su equipo, tras una última temporada difícil.
   
El técnico francés tampoco convocó al colombiano James Rodríguez ni al delantero Mariano Díaz, a los que la prensa española sitúa fuera del Real Madrid.
   
Según la prensa, los merengues quieren fichar al centrocampista francés del Manchester United Paul Pogba o, en su defecto, estaría interesado en el danés del Tottenham Christian Eriksen o la revelación del Ajax Donny van de Beek.
   
Pero, antes que nada, el Real Madrid debe vender, tras haber gastado ya 300 millones de euros este verano, 100 de ellos (sin contar variables) en la estrella belga Eden Hazard.
   
"Zidane es una vergüenza, no tiene ningún respeto por un jugador que ha dado tanto al Real Madrid", dijo a la AFP el agente del extremo Jonathan Barnett, mientras que el técnico francés confiaba el mes pasado que la venta de Bale sería "lo mejor para todos". 
   
Ligado al club español hasta 2022 con un salario de unos 18 millones de euros anuales, el internacional galés estuvo cerca a finales de julio de firmar por el Jiangsu Suning chino, que le ofrecía tres años de contrato por un millón de euros semanales.
   
Pero el Real Madrid anuló la transacción al no llegar a un acuerdo por el traspaso del jugador.
   
A pesar del interés del Bayern de Munich, el coste del jugador frena las intenciones bávaras y es cada vez más probable que Bale siga con el Real Madrid al inicio de la Liga dentro de una decena de días.