Con los pupitres en un potrero y cubriéndose del sol con la sombra de los árboles, pero aprovechando el viento y la claridad del día. Así tienen que estudiar los niños del colegio rural de la vereda Quebrada Seca, en el municipio Santiago.

Rodando los pupitres de un lugar a otro para estar más cómodos pasan la mañana los 16 niños de la escuela, que desde octubre de 2016 empezaron a recibir clases en la sala de una casa arrendada por la alcaldía.

La sede donde recibían clases está en riesgo porque empezó a agrietarse, tuvo que ser desocupada y la solución momentánea lleva casi tres años esperando la solución definitiva.

Las condiciones de la vivienda, que hace las veces de colegio, no son las adecuadas, y tras el robo del transformador, el pasado fin de semana, la situación se empeoró. 

“Los niños están escuchando clases a oscuras y con calor. Ya nos han robado cuatro veces en esa casa”, dijo la maestra Nancy Casadiego, quien lleva 23 años como docente en la institución.

Los niños venían recibiendo clases en dos cuartos donde están los seis grados, educándose bajo el modelo pedagógico Escuela Nueva: de segundo a quinto grado en un salón, y transición y primero en otro espacio.

No es la primera vez que reciben clases sin electricidad. El año pasado, en diciembre, se robaron todo el cableado y estuvieron sin luz hasta febrero, aproximadamente. 

La casa arrendada no cuenta con agua y para obtener el servicio deben pedirle agua regalada al presidente de la junta de acción comunal, que desde su finca envía hasta el plantel. Pasan hasta dos semanas con agua almacenada para el uso del comedor escolar, y para lavar los platos les toca cargar tobo a tobo desde una quebrada cercana al colegio. 

La secretaria de Educación departamental, Myriam Ortega, explicó que se enteraron del robo por medio de las redes sociales, porque a través del despacho no han recibido ninguna denuncia formal de algún robo en el colegio, y la Alcaldía de Santiago tampoco le ha presentado ningún informe sobre la situación.

En febrero, el gobernador de Norte de Santander, William Villamizar Laguado, se comprometió con la construcción de la nueva sede; sin embargo, Ortega explica que ahora depende de la alcaldía lograr la concreción del proyecto con la adquisición de un predio para levantar el colegio. “Vamos a quedar atentos a la información que nos llegue de la alcaldía. Y el municipio es quien debe solucionar lo del predio para poder invertir y hacer mejoras”, dijo. 

El alcalde de Santiago, Nelson Camacho Ortiz, explicó que ya fue notificado por la Policía sobre el robo y hará una inspección a la institución educativa que, según él, se encuentra en una zona donde hay mucha delincuencia. 

Sobre la compra del lote para la construcción del colegio dijo que nadie quiere vender sus predios por la zona, y que aún no han conseguido el espacio. Pero no descartó la posibilidad de volver a adecuar el lote donde está el antiguo colegio que tuvo problemas de agrietamientos. 

“A ese lote le pusieron mucho peso, vamos a adecuar el lote donde anteriormente funcionaba el colegio”, dijo.